Células madre podrían curar la sordera

Según distintos informes, en España sufren algún tipo de sordera más de 2.000.000 de personas, de los cuales el 45% son menores de 50 años. Además, la sordera va en aumento sobre todo en los países más desarrollados.

Entre los tipos de sordera, la atrofia del nervio auditivo (un tipo de sordera de percepción) es la causa de la profunda pérdida auditiva en el 10% de las personas. 

A causa de estas preocupantes cifras  me ha parecido importante dar a conocer un estudio publicado en la revista Nature que en un futuro podría dar una esperanza de recuperar la audición a todas estas personas.

Pero para ser capaces de comprender el significado de este estudio, primero debemos hacer una breve explicación de ¿Qué es la audición? y ¿Cómo se produce?

Bien, pues la audición es la percepción de las ondas sonoras que se propagan por el espacio.

Primero son recibidos por nuestros oídos, que las transmiten por los conductos auditivos externos hasta que chocan con el tímpano, haciéndolo vibrar.

Estas vibraciones generan movimientos oscilantes en la cadena de huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo), los que son conducidos hasta el perilinfa del caracol.

Aquí las ondas mueven los cilios de las células nerviosas del Órgano de Corti que, a su vez, estimulan las terminaciones nerviosas del nervio auditivo. O sea, en el Órgano de Corti las vibraciones se transforman en impulsos nerviosos, los que son conducidos, finalmente, a la corteza cerebral, en donde se interpretan como sensaciones auditivas.

Pues bien, el llamado nervio auditivo o estatoacustico podemos dividirlo en dos partes:

1)     El nervio vestibular: encargado del equilibrio.

2)     El nervio coclear: se encarga de la audición.

El nervio coclear  es el que nos interesa para entender la noticia de hoy. Este está conformado por células procedentes del ganglio espiral y aquí es donde basan su investigación los científicos de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, cuyo objetivo era reemplazar estas células, conocidas como neuronas del ganglio espiral, con otras nuevas.

Para su investigación, usaron células madre de un embrión humano, que son capaces de transformarse en cualquier otro tipo de célula en el cuerpo humano y las convirtieron en células similares a las neuronas del ganglio espiral. Luego fueron delicadamente inyectadas en los oídos internos de 18 jerbos sordos.

Se usaron jerbos porque son capaces de oír el mismo rango de sonidos que los seres humanos, a diferencia de los ratones que escuchan tonos de alta frecuencia.

A lo largo de diez semanas su audición mejoró. En promedio, al final del estudio, 45% de su capacidad auditiva fue restablecida.

“Significaría pasar de ser tan sordo como para no escuchar un camión en la calle, al punto de ser capaz de escuchar una conversación”, explica el doctor Marcelo Rivolta, responsable del estudio.

“No es una cura completa, no serán capaces de escuchar un suspiro, pero sin duda serían capaces de mantener una conversación en una habitación”, agrega.

Alrededor de un tercio de los jerbos respondieron de muy buena forma al tratamiento. Algunos de ellos recuperaron hasta el 90% de su capacidad auditiva, mientras que poco menos de un tercio apenas respondieron al experimento.

Los investigadores detectaron la mejora en la audición mediante la medición de las ondas cerebrales.

Todavía queda un largo camino hasta que se pueda demostrar su eficacia en humanos, sin contar con los problemas éticos que todavía conlleva la investigación con células madre, pero de llegar a ser posible algún día esto supondría un avance extraordinario con la posibilidad de nuevos tratamientos para la sordera neurosensorial dando esperanza a millones de personas en el mundo.

Fuentes: Actualidad RT/ BBC/ NeuroWikia/ Nature

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