Lo que por este título sonaría a ciencia-ficción a película de espías tipo James Bond o cualquier otra que se os ocurra, parece que ya es una realidad. No estamos tan lejos de ese “futuro”, está más cerca de lo que parece.
Esto sería gracias a la reciente identificación de cinco genes específicos que contribuyen de forma importante a la forma y características de nuestro rostro. Aunque actualmente ya existen pruebas para predecir cómo serán los ojos, el cabello o la tonalidad de piel de cualquier individuo, aún no existen pruebas que puedan identificar de forma concluyente los rasgos faciales, y por eso serían tan importante estos cinco genes.
Sin embargo, y con la consecuente espera, los investigadores advierten de que estos genes sólo tienen pequeños efectos y funciones limitadas, por lo que habrá que esperar a encontrar más genes de interés para poder completar todos los rasgos faciales más importantes.
Según Manfred Kayser, del Erasmus University Medical Center de Rotterdam, en Holanda:
“Es un comienzo, pero estamos aún lejos de predecir cómo sería la cara de alguien”
Kayser y sus colegas analizaron hasta 10.000 muestras de ADN de diferentes individuos europeos examinando nueve rastos faciales en imagenes de tres dimensiones por resonancia magnética de la cabeza, y analizando ocho puntos de referencia de las fotografías de sus caras. Sin embargo, como he comentado anteriormente, los genes identificados tienen un efecto pequeño.
Para que os hagáis una idea, el gen con el efecto más grande, el TP63, se relaciona con la distancia entre los centros de cada cuenca del ojo (el más estrecho es de 9 milímetros). Otros genes identificados influyen en la distancia entre los ojos y el puente de la nariz, la longitud de la misma nariz o la anchura facial entre los pómulos.
Por otra parte, Mark Shriver, de la Universidad Estatal de Pennsylvania, en Hershey, comenta que el trabajo en este campo se está incrementado. Él mismo tiene un estudio propio con 7.000 rasgos faciales que podrían dar más pistas, en el cual se incluyen tanto individuos africanos como caucásicos.
Como véis, el campo de la genética puede ser más amplio de lo que podríamos imaginar, y puede que los días de los dibujantes de la policía (ahora más modernizados, utilizando retratos por ordenador) tengan los días contados, pues con un análisis genético podría estar todo hecho. Por desgracia, como han dicho estos expertos, aún quedan algunos años para que podamos ver algo así.
Vía: New Scientist.