A pesar de que llevamos, literalmente, toda nuestra vida viviendo en el Sistema Solar, sorprende descubrir que sigue habiendo muchísimos recovecos y detalles de este que no conocemos tanto como los ocho planetas y el astro que le da nombre. ¿Sabíais, por ejemplo que en Neptuno y Urano llueven diamantes? ¿O que el campo magnético de Júpiter es más grande que el Sol? ¡Pues si quieres descubrir todo esto y más, no te pierdas este artículo!
1. El planeta desaparecido
Hace tiempo que los astrónomos han observado discrepancias en las órbitas de los gigantes gaseosos de nuestro sistema. En particular, se ha observado que contradicen muchos de los modelos que tenemos para explicar la “infancia” del Sistema Solar. Y de aquí (y de muchas otras pruebas), es de donde sacan una conclusión bastante sorprendente: en algún momento del pasado, existió un planeta más formando parte de nuestro sistema.
El planeta en cuestión, conocido como Tycho, se encontraría a miles de millones de kilómetros de Plutón, en una región a la que apenas llega ya luz solar. Su órbita sería además marcadamente elíptica, llegando a tener un periodo de traslación de varios millones de años. Estos dos detalles son los que harían que, si bien se ha propuesto su existencia, no se tienen pruebas de esta.
2. La superficie marciana
A pesar de que últimamente el planeta rojo copa gran parte de los titulares relacionados con astronomía y ciencia en general, no suelen llegarnos muchas imágenes de su superficie. Pero algunas de las que llegamos a apreciar nos muestran detalles verdaderamente interesantes, como por ejemplo, los Diablos de polvo: el equivalente marciano de los tornados. Lo más interesante de estos es que suelen aspirar la mayor parte de la capa exterior de óxido de hierro (el rojizo material que da al planeta su característico color), dejando al descubierto el color grisáceo del basalto que se encuentra justo debajo.
3. Lluvias de diamante y océanos de carbono
Algunos planetas gaseosos, a pesar de encontrarse en nuestro propio sistema, esconden algunos secretos sobre su superficie y sus condiciones. Se cree que Neptuno y Urano, por ejemplo, tienen enormes océanos de carbono líquido, según indican las bajas temperaturas y la alta concentración de carbono de los planetas. Además la cosa no queda ahí, porque en estos océanos habría flotando pequeños pedazos de diamante, que también se sospecha que pueden caer al planeta como si de lluvia se tratase.
4. Estamos rodeados de materia oscura
Creo que no hace falta que diga que, a pesar de que no deja de hablarse de ella, la materia oscura es uno de los mayores misterios de la ciencia actual. Conocemos parte de su supuesto comportamiento, pero nos falta la parte matemática que nos permita demostrar científicamente que realmente es así y que represente lo que se observa en la realidad.
Sabemos, por ejemplo, que es la materia oscura lo que mantiene unidas galaxias y sistemas, sin excepción. Es decir, que también es lo que mantiene unido el Sistema Solar, y eso lo saben bien todos aquellos que trabajan con tecnologías espaciales: se ha observado repetidas veces que al mandar satélites o naves al espacio, su velocidad orbital cambia inexplicablemente mientras están acercándose o alejándose de la Tierra. Esto puede explicarse si, según se cree, la Tierra está rodeada de un enorme halo de materia oscura, casi tan grande como Júpiter
¡Bueno, pues esto es todo por hoy! ¡Espero que os hayan gustado estas cuatro curiosidades! ¡El miércoles las 6 que faltan, no os lo perdáis!