Tanto la psicología como la psiquiatría (esta última es rama de la medicina, aunque muchos aún no lo tengan claro) también sufren de sus múltiples mitos y errores, de igual forma que la medicina en general o la neurociencia en particular. Todo aquello que no llegamos a comprender totalmente padecerá de estos pensamientos erroneos. Hoy os explicaré algunos de ellos.
1. No hay un solo tipo de amnesia
Normalmente la creencia popular es que solo hay un tipo de amnesia, llamada amnesia retrógrada, aquella que tanto han explotado las películas y donde el individuo en particular no es capaz de recordar nada de su pasado pero si todo lo que le va ocurriendo a partir de cuando “despierta”. Y no hablemos ya de la situación donde, de repente, todos esos recuerdos vuelven. Eso por desgracia no pasa.
La realidad es que hay mas tipos, como la amnesia anterógrada, aquella donde lo que no recordamos son las cosas nuevas, y suele ser la más común y también de peor pronóstico (pero claro, a las películas les sale más a cuenta usar el otro tipo, aunque sea menos común de lo que pensamos).
2. Los sueños no son tan importantes en el asesoramiento psicológico
Otro error psicológico común es darle excesiva importancia a los sueños, un error que también ha sido alimentado por las series y películas, y por las teorías del mismísimo Sigmud Freud, el cual analizaba puntillosamente los sueños de los niños. Pero no por ello tienen que ser aceptadas.
La realidad es que, según las últimas investigaciones, es que los sueños de los niños tienen muy poco o ningún detalle útil para analizar su estado psicológico. Por tanto, aunque Freud contribuyó sobremanera al campo de la psicología con todas sus investigaciones, debemos admitir que en los temas de los sueños y la sexualidad se equivocaba bastante.
3. La multitarea real no es posible
Aunque muchos smartphones y tablets actuales hagan gala de su potencial con la multitarea, la realidad es que los seres humanos, por mucho que queramos alardear de ello, no somos capaces de hacer varias cosas a la vez. No es posible hacer dos cosas y dedicarle completa atención a ambas, nuestro cerebro no lo permite, como ya comenté en el caso de las gafas inteligentes de Google, las Google Glass en nuestro blog hermano Omicrono.
Nuestro cerebro está hecho para prestar atención a una única tarea, y prestarle el 100% de la atención. Si intentamos hacer otra cosa a la vez, el resultado será que una de las dos cosas no saldrá bien, o que ambas saldrán peor de lo que deberían si las hiciéramos por separado.
4. La gente con esquizofrenia no tiene varias personalidades
Al desconocer todo el amplio abanico que existe de enfermedades psiquiátricas es bastante común confundir algunas con otras o incluso hacer una fusión de sus síntomas, por desconocimiento más que por otra cosa. Ese es el caso de la esquizofrenia o psicosis, una enfermedad psiquiátrica donde el paciente tiene delirios y alucinaciones (visuales, auditivas, olfatorias…) y no siempre tiene todos los síntomas, y tampoco todos a la vez. Eso si, conserva su personalidad, es decir, tienen creencias extrañas y las toman como normales para ellos, pero en ningún momento tienen más de una personalidad ni nada así.
Para tener diferentes personalidades existe un trastorno específico llamado trastorno disociativo, donde el paciente si que parece tener dos personalidades, donde una de ellas controla a la otra. Suena un poco raro, pero existen casos documentados e incluso vídeos sobre el tema.
5. Un psicólogo no se dedica solo a hablar con “gente loca”, y todos los que van al psicólogo no están “locos”
Otra creencia muy extendida es la asociación de psicólogo con locura. De la misma forma que en medicina hay más de cien ramas especializadas diferentes, en psicología también existen diferentes caminos. Y por supuesto no todos ellos se dedican en exclusiva al asesoramiento psicológico o a “hablar con locos”.
Por otra parte, ir al psicólogo no implica que un individuo esté loco, ni mucho menos. Una terapia psicológica puede servirnos de mucho en algunos momentos de nuestra vida. Hay quien es capaz de solucionar los problemas sin ayuda, pero hay muchas otras personas que no (y la proporción suele ser a los que no, aunque sean muy pocos los que pidan ayuda). Y recibir este asesoramiento o ayuda psicológica no significa estar “loco”, sino que es una ayuda más para el equilibrio de nuestra vida.
Imagen | Psicologia Social.