Cuántas veces habremos escuchado que conforme envejeces vas perdiendo vitalidad y que tu cuerpo inevitablemente se va deteriorando con el tiempo; sin embargo, hay muy buenas noticias al respecto, pues la realidad puede ser bien distinta como ahora explicaremos.
No es la primera vez que hablamos en Medciencia sobre los diversos factores que influyen en el envejecimiento. Hay muchos, de ahí que podamos intervenir en estos puntos para atajar en cierta medida este lento pero continuo proceso. Ya comentamos que la depresión acelera el envejecimiento (una sonrisa a la vida puede ser muy beneficiosa), o que un estilo de vida saludable puede revertir el envejecimiento. Aquí estriba en gran parte la explicación de la falsedad de las siguientes falacias.
Mito #1: Tus genes predeterminan tu salud
Falso. Aunque nuestra secuencia de ADN es la que llevaremos durante toda nuestra vida, la expresión de esos genes depende del estilo de vida que tengamos. Nuestros pensamientos, emociones, niveles de estrés, sueño, ejercicio, etc., afectan a esta expresión génica, lo cual ha sido uno de los últimos grandes descubrimientos de la ciencia: la epigenética.
La idea es bastante simple a la par que muy revolucionaria: si nuestro estilo de vida es saludable, desactivaremos aquellos genes que son perjudiciales para nuestra salud y activaremos los que operan en nuestro beneficio. Por tanto, lo que verdaderamente importa es cómo se expresa nuestro ADN.
Mito #2: Envejecer significa sentirse más viejo
Falso porque de nuevo depende de nuestro estilo de vida. Cada uno tenemos una edad cronológica y una edad biológica, y ambas pueden variar enormemente. La edad cronológica la podríamos definir respondiendo a esta pregunta: ¿cuántas vueltas hemos dado con este cuerpo alrededor del Sol? Es tan sencillo como eso; no obstante, la edad biológica está relacionada con diversos factores como la presión sanguínea, la grasa corporal, la densidad ósea y los niveles de colesterol, cada uno de los cuales no tiene por qué coincidir con la edad cronológica.
Por ejemplo, una persona de 50 años que se cuide puede tener una edad biológica de 35 años; y lo mismo ocurre al contrario: una persona de 50 años que no se cuide puede tener una edad biológica muy superior. En definitiva, en nuestras manos está ser más jóvenes de lo que dicta nuestra edad cronológica.
Mito #3: Tu cuerpo se debilita con el paso de los años
Incorrecto: nuestro cuerpo no se debilita conforme envejecemos. Puedes incrementar tanto la fuerza y la masa de tus músculos, e incluso aumentar la densidad ósea, gracias al ejercicio. Hay estudios que demuestran que empezar a hacer ejercicio durante 6 semanas incrementa en un 100-200% la fuerza en personas de 60 a 70 años. Y de acuerdo con un reciente estudio de la Universidad de Harvard, caminar 30 minutos durante cinco días a la semana puede hacerte ganar 7 años de vida.
Mito #4: Tu cerebro está destinado a deteriorarse con el tiempo
Falso si crees que pierdes neuronas con el paso de los años y que estas células son irrecuperables. Se ha descubierto recientemente que algunas áreas del cerebro relacionadas con la memoria y el aprendizaje continúan produciendo nuevas células nerviosas cada día. Así que mientras pierdes neuronas cada día, constantemente las vuelves a reemplazar.
¿Qué podemos hacer para mantener nuestro cerebro bien renovado? Tan fácil como activar tu cerebro mediante la realización de nuevas actividades como, por ejemplo, aprender un nuevo idioma o tocar algún instrumento. Por otro lado, cabe destacar que tan solo el 3-4% de las enfermedades mentales están genéticamente determinadas, por lo que una gran parte de ellas están fuertemente influenciadas por el estilo de vida.
Mito #5: Tu energía decrece con la edad
Falso. Tus niveles de energía dependen única y exclusivamente de tu actitud y están muy influenciados por tu calidad de vida. La meditación, un sueño reparador y el ejercicio son las mejores maneras de experimentar un cuerpo lleno de energía y felicidad.
Mito #6: Cuanto más viejo eres, más infeliz eres
Falso. La felicidad no está determinada por la edad; de hecho, los últimos años pueden ser los mejores de tu vida. Muchos estudios demuestran que mucha gente se siente más feliz a medida que envejece. Si comes saludablemente, te ejercitas, cuidas tu mente y permaneces conectado con los demás, puedes incrementar considerablemente tus niveles de felicidad.
Conclusiones
Tras leer detenidamente cada una de las explicaciones del por qué estos mitos son falsos, se llega fácilmente a dos grandes conclusiones que ya hemos remarcado en Medciencia en artículos anteriores. Lo que vengo a decir ahora no es más que un resumen de lo que llevamos diciendo en este blog desde hace tiempo:
- Llevar un estilo de vida saludable nos mantiene jóvenes, como realizar ejercicio, comer bien, realizar nuevas actividades, no fumar, beber con moderación, etc.
- Afrontar la vida con una actitud positiva nos hace rejuvenecer.
Es inevitable, al menos para mí, que una vez descrito el segundo punto no me venga a la cabeza el ejemplo del famoso cosmólogo británico Stephen Hawking que, a pesar de su trágica enfermedad, mantiene una vitalidad envidiable. Esto nos demuestra que, frente a la adversidad, una actitud positiva ante la vida es de lo más importante para mantenernos llenos de energía. Sin duda, el camino hacia la juventud eterna comienza en nuestra mente.
Fuente: The Huffington Post