Sin duda todos hemos escuchado hablar de la dieta mediterránea (o mejor dicho, del estilo de vida mediterráneo) y de todas sus bondades. De hecho, se han remarcado concienzudamente todos su beneficios. Tanto, que innumerables productos alimentarios han aprovechado para subirse al carro y hacerse con la etiqueta de “alimento saludable”, aún distando mucho de ello (valga como ejemplo el caso de los turrones, como bien señaló en su día Juan Revenga, o el de la cerveza).
Sin duda éste puede ser un aspecto muy a tener en cuenta y controlar, porque aquella persona que cocina con aceite de oliva, le gusta darle al vino o la cerveza y muy de vez en cuando toma un pescado empanado puede creer estar tomando una alimentación típica mediterránea muy saludable, y nada más lejos de la realidad.
Pero reflexiones a parte, de lo que vamos a hablar hoy es de otro tipo de alimentación muy interesante. Se trata de la gastronomía y del estilo de vida japonés. Y es que, con una de las mayores esperanzas de vida del mundo, sin duda hay ciertos aspectos muy interesantes de las personas japonesas que podemos incorporar en nuestra alimentación:
1. Usar palillos en lugar de cubiertos
Si no estamos muy acostumbrados, comer con palillos puede hacernos sudar la gota gorda. Y aunque con la práctica se va haciendo más fácil, aún siendo todo un experto debes de estar controlando y centrarte en lo que estás comiendo. El resultado de usar los palillos como cubierto es que adquirimos conciencia de lo que estamos comiendo ya que lo hacemos más lentamente y fijándonos en ello. Y esto puede ayudarnos a evitar que tomemos más cantidad de la cuenta.
2. Los vegetales, el plato principal de las comidas
A diferencia de muchos platos típicos que solemos consumir en los que las verduras brillan por su ausencia, la gastronomía japonesa tradicional se centra en platos a base verduras. Las carnes, si se consumen, actúan más como un plato de acompañamiento que como un plato principal. Además los japoneses tienen una amplia variedad de vegetales que utilizan comunmente y que aquí pocos conoceran. Algunos ejemplos son el daikon (una rábano blanco bastante grande), una gran cantidad de algas de mar, o la inumerable cantidad de hongos como las setas Shiitake, Matsutake, Enokitakeo…
3. Usar menos azúcar
Cualquier persona que haya tenido la suerte de degustar platos tradicionales japoneses, podrá haberse dado cuenta que la atención se centra más en los ingredientes y sus sabores y menos en un sabor dulce intenso o incluso artificial. De hecho, muchos postres japoneses apenas son ligeramente dulces. Una de las cosas que podemos aprender es a saber degustar los sabores reales y no enmascarándolos con grandes cantidades de azúcar, sal o salsas.
4. Comer como un Okinawense
Okinawa, unas isla situada al sur de Japón, se ha dado a conocer por albergar una población con una altísima esperanza de vida. Y esta longevidad mucho tiene que ver con su alimentación y estilo de vida. Con una fuerte creencia en los alimentos y las propiedades saludables de las cosas que comen, los habitantes de Okinawa dejan de lado los alimentos que no proporcionan ningún beneficio para su salud. La atención se centra en las verduras y las carnes magras. El consumo de arroz es más bajo que en otras partes de Japón y en su lugar, el almidón principal consumido proviene de la patata dulce.
5. Alimentos en porciones pequeñas
A diferencia de lo que ocurre actualmente (en parte propiciado por la crisis) donde priman los alimentos extra grandes, envases XL y los 3×1, las porciones japonesas suelen ser más pequeñas de lo que encontramos en nuestro país. Para ejemplo, los pequeños bocaditos que supone el sushi. Pero incluso los “alimentos basura” van envueltos en pequeñas porciones. Aquí, el principal aspecto a tener en cuenta es, pues, aprender a disfrutar de las pequeñas muestra de comida sin excedernos.
6. Comer sentado y relajado
Es interesante tomarnos un respiro y disfrutar de lo que estamos comiendo. En Japón es raro ver a alguien comer o beber bebidas en lugares distintos de donde la comida debe ser consumida. Y es que, la cultura japonesa no coincibe comer rápido y casi sin parar. Cuando llega la hora de comer, lo dejan todo y se centran en la comida.
7. Cocinar en casa y comer en familia
En japón salir a comer fuera se reserva solo para ocasiones especiales. La mayoría de las familias cocinan en casa y comen todos juntos. Ésta es una costumbre que también hemos tenido en muchos otros países pero que lamentablemente se va perdiendo debido al ritmo diario actual. No obstante, aunque lo de comer en familia no sea siempre posible por horarios de trabajo y demás, recurrir a alimentos procesados o comida rápida no tiene porque ser una costumbre.
Vía| Scoopnutrition
Imagen| Japan-i