Cada vez son más los estudios que confirman la relación existente entre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el autismo. Por ejemplo, entre las características que comparten ambos trastornos destaca la predisposición a abusar de sustancias como la nicotina, así como la dificultad que tienen para interaccionar con otras personas y para expresar sus emociones. De hecho, existe una base biológica que explica estos comportamientos.
Es importante ahondar más en la relación entre el TDAH y el autismo, pues cuanto más sepamos, más conocimientos tendremos a nuestra disposición para desarrollar terapias efectivas para mejorar las condiciones de vida de las personas con estos trastornos.
“Este es un campo emergente que promete mucho. Sabemos muy poco acerca de las causas subyacentes del TDAH, y a través de esto podemos ser capaces de mejorar la forma en que tratamos el autismo”, explica Jean Gehricke, profesor de la Universidad de California en Irvine, con experiencia en la evaluación y tratamiento del autismo, TDAH y otros problemas asociados como la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias.
Se altera la regulación de la dopamina a nivel cerebral y el gen DRD4
Gehricke y sus colegas descubrieron hace unos meses que la agresión y las acciones que suponen un riesgo para la salud de estas personas son debidas a una alteración de la dopamina en el cerebro y de un gen denominado DRD4 que es crucial en la regulación de esta función.
Hallaron que una forma de ese gen, el alelo llamado 7R, se encuentra muy presente tanto en los individios con TDAH como en el autismo. Este alelo se asocia a una alteración en la regulación de la dopamina, que ya hemos comentado que es una de las bases que comparten los dos trastornos.
Medidas para mejorar las condiciones de vida de estas personas
Gehricke hace especial hincapié en el abuso de sustancias, puesto que en este grupo de personas es un peligro importante que hay que tener muy en cuenta. Gehricke cree que es fundamental actuar en la infancia para prevenir el hábito tabáquico; de esta manera, se podría prevenir multitud de complicaciones ayudando a estas personas a convivir mejor con estos trastornos.
Otra táctica que se podría realizar para evitar la adicción de las personas con TDAH y autismo por estas sustancias sería incluir etiquetas con advertencias en los productos (al igual que sucede en los paquetes de tabaco) representando las consecuencias negativas que suponen para la salud de los jóvenes con este tipo de trastornos.
Aún queda mucho por conocer y bastante por hacer para mejorar las condiciones de vida de las personas que sufren estos trastornos.
Fuente: University of California, Irvine