Nos encanta el sensacionalismo; a todos. Por eso no es de extrañar que medios de divulgación científica anden (andemos) ávidos de titulares chocantes y preguntas sin respuesta. Hace poco llegó a mis manos un artículo en el que se aseguraba que la física no era capaz de explicar por qué siempre resbala por la tetera la última gota. Ni cinco minutos de búsqueda sensata en Google tardé en encontrar un artículo en el que explican por qué sucede y cómo evitarlo. Para los curiosos, lo explicamos paso a paso. Vamos a empezar con el artículo en cuestión. En él se comenta cómo desde siempre se ha creído que el motivo de este molesto goteo inevitable es la adhesión; que es una fuerza que aparece entre la superficie por la que resbala y el propio agua (o té o café …). También se cita posteriormente un experimento en el que se cubre la tetera con parafina (una sustancia con un índice de adhesión muy bajo) en un intento sin éxito de confirmar la explicación del goteo por adhesión. Eliminada la teoría de la adhesión, nos quedamos sin ideas convincentes para explicar este fenómeno, o eso parece. Como buen estudiante de física, uno siempre tiene una cantidad de arrogancia por encima de la media (bastante necesaria cuando uno intenta entender y explicar cómo funciona TODO) por lo que casi instintivamente me negé a la resignación de que la física, capaz de explicar la evolución del Universo y predecir la temperatura del Sol únicamente por su color, no tuviera una respuesta convincente para explicar que sea imposible servir el té o el vino sin derramar al menos una gota.
La explicación real del Efecto Tetera
No tardé mucho en encontrar un artículo científico en el que no solo explican este fenómeno, conocico como Efecto Tetera, sino que además se proponen soluciones mediante el uso de ciertos materiales. En particular en este artículo se mantienen firmes a la idea de la adhesión y confirman que la teoría es cierta al comprobar que el goteo cesa al utilizar materiales superhidrofóbicos, es decir, materiales que repelen completamente el agua. En la imagen podéis observar la diferencia entre una tetera normal, a y a’ frente a lo que sucedería con una tetera superhidrofóbica, b y b’. Más aún proponen una forma de controlar este goteo utilizando campos eléctricos que repelan o atraigan las partículas de agua dependiendo del efecto deseado. Sin embargo, a mi entender, en ningún sitio se da una explicación satisfactoria de por qué el chorro de agua no se corta automáticamente cuando volvemos la tetera a una posición vertical. Todo el mundo se centra en qué pasa con esas últimas, indeseadas gotas y sobre si fluyen libremente o adheridas a la tetera. El hecho de que el chorro de té/agua/vino… no se corte automáticamente se debe a que los líquidos fluyen, al contrario que, por ejemplo, la arena. La arena fina es muy similar a un líquido en el sentido de que está compuesta por diminutas partículas moviendose cuasi-libremente unas sobre otras, pero la diferencia entre la arena y un líquido son las fuerzas de Van der Waals. Estas fuerzas son las que existen entre moléculas en un líquido y son las responsables de el líquido se comporte de forma diferente a la arena. Volviendo a nuestra tetera, si no existieran estas fuerzas y el agua se comportara como la arena, la última gota de agua saldría con una cierta velocidad, bastante alta y solo un material con un índice de adhesión alto produciría goteo; es decir, en la tetera con parafina no debería haber goteo. Sin embargo, como existen las fuerzas de Van der Waals esa última gota antes mencionada arrastra otras detrás de sí, que salen con menos fuerza de la tetera por lo que incluso con un índice de adhesión bajo, pero no nulo, la gota seguiría resbalando por el borde de la tetera incluso con parafina, como realmente ocurre. Y así concluye nuestra pequeña contribución a la física del efecto tetera, que espero sea ahora más fácil de entender. Y si además alguien ha aprendido a no meterse con la física sin hacer antes una búsqueda rápida por su cuenta; mejor. Porque el sentido crítico es el mejor amigo de cualquier persona y un gran enemigo del sensacionalismo en el que, por desgracia, todos hemos caído alguna que otra vez, como si fueramos la última gota que sale de una tetera. Fuente: Beating the teapot effecto (arxiv.org) Inspiración: Physics Can’t Explain Why You Spill Your Tea (io9.com)