No es algo nuevo el hecho de que el trastorno bipolar afecta a hombres y mujeres de manera diferente, lo que podría afectar a la evolución y el tratamiento de la enfermedad. Los estudios que se publican respecto al tema, como el que recientemente investigadores del Hospital de Sainte Marguerite (Marsella, Francia) han publicado en la revista Journal of Affective Disorders definen estas diferencias, les ponen nombre y ayudan en la aplicación clínica de las mismas.
En este caso, los investigadores franceses estudiaron a 461 hombres y 629 mujeres con trastorno bipolar y encontraron que, en las mujeres, imperan sobre todo los síntomas depresivos, mientras que los síntomas maníacos son más comunes en los hombres.
Estas diferencias de género en el trastorno bipolar (síntomas de depresión en mujeres y manía en hombres) se reflejan en el primer episodio de la enfermedad. Asimismo, se considera la razón del mayor retraso en las mujeres que reciben un diagnóstico correcto, en comparación con los hombres. Las mujeres, al parecer, también podrían presentar un mayor número de intentos de suicidio y ser más propensas a padecer desórdenes alimentarios o fobias. Por otro lado, los hombres, a juicio de los investigadores, son más propensos a tener altos índices de abuso de sustancias.
Los hombres y las mujeres en el estudio también difieren en cuanto a comorbilidades médicas: las mujeres son más propensas a sufrir de trastornos metabólicos (probablemente como consecuencia de la mayor probabilidad de padecer desórdenes alimentarios) y los hombres son más propensos a padecer enfermedades neurológicas y cáncer (quizás como consecuencia de la adquisición de malos hábitos relacionados con el alcohol o las drogas). Asimismo, la mayor propensión a los problemas neurológicos por parte de los hombres puede estar también relacionada con su mayor comorbilidad por el abuso de sustancias.
Según los investigadores del estudio, estas diferencias en la comorbilidad médica deberían sugerir medidas preventivas de tratamiento específicas de género. Por lo tanto, la aplicación clínica del trabajo parece clara, en particular con respecto a los riesgos hospitalarios que pueden aparecer según el sexo de la persona afectada.
Algo ya estudiado
En una revisión de octubre del año 2010, se analizaron las principales diferencias de género en el en el trastorno bipolar establecidas en la literatura desde enero de 1980. En ese momento, si bien los datos no mostraron mayores diferencias de género, la mayoría de los estudios indicaron un mayor riesgo de trastorno bipolar tipo II en las mujeres. También ya aparecieron distinciones en los diagnósticos asociados que coinciden con el estudio francés: en los hombres se presentó con mayor frecuencia el abuso del alcohol, y en las mujeres, trastornos de la conducta alimentaria (y también de ansiedad).
La revisión no indicó diferencias en la presentación clínica de la enfermedad: edad de inicio, número de episodios depresivos, gravedad de los síntomas y conducta suicida. E aquí una diferencia importante, puesto que el estudio francés indica, por un lado, mayores síntomas depresivos en mujeres y, por el otro, mayor probabilidad de las mujeres a tener intentos de suicido.
Respecto al tratamiento, si bien no hubo diferencias de género, las mujeres presentaron un mayor riesgo de desarrollar hipotiroidismo durante el tratamiento con litio (estabilizador del estado de ánimo habitual para el tratamiento de la enfermedad), aunque los hombres también presentaron un riesgo elevado. Tampoco hubo distinción en cuanto al efecto de los medicamentos sobre el metabolismo.
Fuente | Psychcentral, Forumclínic