A pesar de que la batalla contra el cigarrillo parece haberse convertido en una prioridad para muchos países occidentales, la realidad es que aún hoy en día son muchos los jóvenes y no tan jóvenes que siguen iniciándose en el mal hábito de fumar sin ser conscientes de todas las porquerías, si me permitís la expresión, que contiene ese sencillo y simple cigarrillo
Las enfermedades causadas por un simple cigarrillo
Como ya sabéis, y no está de más recordarlo, un cigarrillo ya es más que suficiente para empezar a provocar perjuicios a nuestro organismo. Si el hábito continua, es fácil que acabemos sufriendo múltiples enfermedades como la diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares, enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares y diversos tipos de cáncer (donde destaca el cáncer de pulmón).
Cada año, y solo en EE.UU., mueren 480.000 personas a causa del humo de cigarrillo. Y no es para menos, pues este pequeño asesino contiene 600 ingredientes diferentes de media, llegando a producir hasta 7.000 sustancias químicas diferentes por el humo. Así ya no sorprende tanto que acabe con la vida de tantos individuos. Y es que, a pesar de proceder de la planta del tabaco, el cigarrillo es de todo menos natural.
El cigarrillo: Una imagen del asesino
Sobre estas líneas tenéis un visual esquema de cuáles son las sustancias más destacables contenidas en un “simple” cigarrillo. Tomemos como ejemplo el arsénico, usado en conservantes de madera o veneno para ratas; además de ser carcinógeno, tóxico cardíaco o tóxico a nivel reproductivo.
Por otro lado tenemos otros más conocidos como el monóxido de carbono, que también se encuentra en los gases de los automóviles; o la archiconocina nicotina, responsable de la adicción y usada en insecticidas. ¿Y qué me decís del formaldehído, causante de cáncer y usado en los líquidos para embalsamar?
Otros no tan conocidos con el cadmio, un ingrediente de baterías; o la hexamina, que podemos encontrar en los encendedores de las barbacoas.
En total, alrededor del 70% de los productos químicos que forman un cigarrillo se han corroborado como cancerígenos, es decir, que tienen un gran potencial para causar cáncer. Y casi todos ellos, en mayor o menor medida, pueden provocar la muerte de forma directa o indirecta.
El humo de cigarrillo es responsable, en total, de alrededor del 30% del cáncer solo en Estados Unidos.
Si con toda esta explicación sobre los químicos tóxicos que contiene un “simple” cigarrillo no os habéis planteado, o al menos pensado, dejar de fumar, en MedCiencia no sabemos que más hacer. Por el momento, os volvemos a recordar el vídeo del pulmón fumador contra no fumador:
Vía | Medical Daily.