Pues así es, tal como lo leéis. Investigadores de la Universidad de Notre Dame en EEUU han desarrollado un nuevo método más barato, más fácil de usar y transportar y más eficaz que las pruebas actuales basado en nanopartículas de oro para detectar el virus del Dengue en los mosquitos que lo portan. El hallazgo ha sido publicado en la revista Virology Journal.
Una prueba fácil, rápida y económica
El Dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que sigue siendo un importante problema de salud pública en muchos países del mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer la enfermedad. Cada año se producen entre 50 y 100 millones de casos anuales y, aunque no existe un tratamiento específico, la detección a tiempo y el acceso a la asistencia médica reducen las tasas de mortalidad a menos del 1%.
La única manera de prevenir la enfermedad depende en su totalidad de medidas eficaces contra su vector principal, el mosquito Aedes aegypti. Cuando una persona es infectada a través del mosquito es la persona la que pasa a ser el portador del virus a los mosquitos que las pican. Es un perfecto ejemplo de la pescadilla que se muerde la cola.
Lo que han desarrollado los investigadores es un test que utiliza una enzima ligada a nanopartículas de oro que reconoce una secuencia de ARN del virus que es común a los cuatro tipos existentes del Dengue. Una vez unido, se añade magnesio y se calienta hasta los 37ºC, haciendo que el enzima corte el ARN dejando las partículas de oro libres para que se agrupen. Esta agrupación es lo que se puede visualizar fácilmente en forma de cambio de color a rojo claro o incoloro.
Además, los componentes de la prueba son estables a temperaturas superiores a los 30ºC, convirtiéndola en una prueba de fácil almacenaje y transporte. De la misma manera, al ser una prueba más fácil de utilizar permitirá detectar el virus en cuestión de minutos y necesitará poca o ninguna formación para ser aplicada por el personal sanitario.
Fuente: Alpha Galileo