Desde hace ya unos cuantos años, cada vez son más frecuentes las personas que se suman al fenómeno “vaping” de los cigarrillos electrónicos. Desde luego, parece una buena alternativa para dejar de fumar sin perder totalmente el vicio. ¡Sólo es una inhalador de vapor de nicotina! Y encima también los hay sin nicotina, así que no puede ser malo. Vale, no es tan perjudicial como fumar cigarrillos convencionales, pero no es para nada inocuo. De hecho, ya os hablamos de su alto contenido en sustancias asociadas al daño celular y el cáncer. Por si esto fuera poco, recientemente se ha descubierto que también afecta directamente a nuestro sistema inmune, por lo que quizás deberíais ir buscando otra alternativa para conseguir dejar de fumar.
¿Cómo se afecta el sistema inmune por los cigarrillos electrónicos?
A esta conclusión ha llegado un grupo de científicos de la Universidad de Carolina del Norte, que han publicado sus resultados en la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. Para ello, tomaron una serie de muestras del interior de la cavidad nasal de pacientes fumadores, no fumadores y usuarios de cigarrillos electrónicos. De estas muestras se centraron en las células epiteliales, que se encuentran por todo el cuerpo. Además, también analizaron muestras de fluido nasal, sangre y orina de estos mismos pacientes.
Según los resultados, existía un alto nivel de supresión de genes asociados al sistema inmune en los fumadores, como cabía esperar, pero esto ocurría en la misma proporción en aquellos que utilizaban los cigarrillos electrónicos. Es más, estos últimos mostraban suprimidos algunos genes que no estaban afectados en fumadores convencionales, por lo que el “vaping” podría ser incluso peor para el sistema inmunológico que el tabaco normal. Las sustancias responsables de este daño adicional, curiosamente, parecían ser los aromatizantes, especialmente el de canela. Este tipo de sustancias están reconocidas por la FDA (Food and Drug Administration) como seguras para el consumo oral, pero parece ser que no actúa del mismo modo sobre el organismo cuando es inhalada.
Además, no sólo se comprobó el efecto a través del análisis genético, sino que también se estudió el comportamiento de las células componentes del sistema inmune. De forma acorde a los resultados, varias células blancas, como los natural killers, se encontraban obstaculizadas en su proceso de detección de infecciones . Según los investigadores, estos procesos incorrectos en la cavidad nasal podría dar lugar a la aparición de afecciones pulmonarias que podrían haberse detenido en condiciones normales, aunque necesitan ampliar sus estudios para estar seguros.
Por lo tanto, amigos fumadores, si queréis mirar por vuestra salud, quizás sería mejor que optarais por otros métodos para dejarlo. Y los que aún no habéis fumado, no lo olvidéis: El mejor método para dejar de fumar es no empezar nunca.
Vía: IFL Science