Circulando cerca de la Dirección General de Tráfico (DGT), en Móstoles, en el sur de Madrid, me venían los recuerdos de los instantes previos a entrar todos en la sala común para presentarnos al examen teórico, momentos en los que tras muchos test hechos en cada prueba, tocaba demostrar si había valido para algo tanta preparación.
Entre las preguntas que tocaba responder, había alguna sobre los vehículos pesados, que recordando la teoría que indica la DGT, son vehículos de transporte de mercancías que superan los 7.500 kilogramos de masa máxima autorizada y a los conjuntos de vehículos de cualquier masa máxima autorizada.
Estos vehículos han sido tristes protagonistas de una mala noticia ambiental y sanitaria a nivel europeo.
¿Qué se ha publicado?
La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA por sus siglas en inglés, European Environment Agency) ha publicado un informe en el que indican que la contaminación atmosférica causada por camiones y otros vehículos pesados le cuesta a los países europeos entre 43.000 y 46.000 millones de euros anuales en gasto sanitario.
De acuerdo con las estimaciones de los expertos, alrededor de 350.000 muertes prematuras al año a lo largo de Europa son atribuibles a la polución del aire, expulsando los vehículos pesados gran cantidad de materia particulada primaria y secundaria (PM) y de ozono.
En este artículo hablaremos de la materia particulada.
Materia particulada, enemigo invisible
Este tipo de materia está presente en la atmósfera, y varía ampliamente en su composición química y física en función de la fuente emisora y del tamaño de la partícula emitida. Se clasifica en fracciones que tienen que ver con el tamaño de las partículas que lo constituyen.
Los grupos de clasificación más habituales son tres: material con tamaño de partícula inferior a 2.5 micras como PM 2.5, material con tamaño comprendido entre las 2.5 y 10 micras y material con tamaño de partícula superior a 10 micras.
La materia particulada se clasifica como primaria si es emitida directamente a la atmósfera; o secundaria si se forma a partir de reacciones entre contaminantes dentro de la atmósfera, o se modifica por condensación y crecimiento.
Impacto en la salud
De la materia particulada, las PM 2.5 son las más relevantes en la contaminación urbana, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones, alcanzando los alveólos pulmonares (donde se produce el intercambio gaseoso entre el aire y la sangre), y poseen riesgos potenciales significativos para la salud.
Las partículas PM 10, no son realmente inhaladas hasta las vías profundas y se expulsan de manera relativamente eficaz a través de las mucosidades o de la tos, o sedimentan directamente sin llegar a penetrar en el árbol respiratorio.
Se ha mostrado que la exposición a niveles superiores de polución en el aire lleva a una morbilidad (proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado) mayor. Esto se puede manifestar de distintas formas, por ejemplo en un incremento en el número de días de trabajo perdidos por enfermedad o en un aumento de informes por malestar debido a dolores de cabeza.
En el mundo actual, días de trabajo perdidos se asocian con una bajada en la productividad. Solamente habría que pensar en lo siguiente, en la situación de crisis económica actual, ¿las empresas se pueden permitir el lujo de perder a trabajadores durante una serie de días por problemas que podrían ser evitables?
Conclusiones
Una de las conclusiones es la que sostiene la Agencia Europea de Medio Ambiente, que propone establecer gravámenes a los vehículos pesados, aunque atendiendo a los efectos que sobre la salud tenga la contaminación atmosférica que genera su tráfico en cada país, ya que en algunos puede ser hasta dieciséis veces superior que en otros.
Las diferencias de coste obedecen a que los contaminantes causan mayor daño donde la densidad de población es mayor (Suiza es un ejemplo) o en regiones interiores sin litoral o en zonas montañosas, donde la contaminación no se puede dispersar con tanta facilidad, según el informe.
Por regiones, los costes sanitarios más altos se encuentran en Zúrich (Suiza), Bucarest, Milán (Italia), el valle del Ruhr (Alemania) y en Barcelona.
Se defiende que imponer un impuesto a las empresas de transporte por los costes externos de la contaminación atmosférica incentivaría la adopción de tecnologías más nuevas y limpias.
Con esto no sólo, se juntarían con un mismo fin la parte social, económica y medioambiental. Invirtiendo en salud, invertimos en medio ambiente, invertimos en economía e invertimos en la sociedad.
Fuentes: European Environmental Agency y DGT
Imagen: Ciudadanos Web