¡Hola a todos de nuevo! Dos días después de la primera parte, volvemos para seguir aportando pequeños ejemplos de cómo, aunque no nos demos cuenta, la física tiene una gran importancia en prácticamente la totalidad de las cosas que hacen que nuestro día a día sea tal y como es ahora. Y vistos ya el otro día cómo influía en la cocina y en el salón, con los cambios de estado y la Ley de Hook respectivamente, hoy nos toca seguir explorando nuevos rincones de nuestra casa. ¿Quieres saber qué ramas de la física son las que actúan? ¡Pues no te pierdas este artículo!
La física del cuarto de baño
En realidad, lo que voy a explicar aquí no es exclusivo del cuarto de baño, pero desde luego es ahí donde casi seguro que sí se da. Y es que no voy a hablar sobre la temperatura del agua de la ducha ni de cómo esta se evapora ni nada por el estilo, sino sobre unos objetos que nos parece tremendamente sencillo pero que incluye mucha ciencia detrás: los espejos.
Un espejo viene a ser, a grandes rasgos, una superficie lisa en la que la luz se refleja. Esto permite que nos veamos a nosotros mismos, ya que la luz que rebota en nosotros también lo hace en el espejo, y al volver a nuestros ojos podemos verla. Si además se trata de un espejo completamente plano, nos veremos tal cual somos, puesto que la luz vuelve a nosotros exactamente en la misma dirección que salió. Pero, ¿y si el espejo es curvo?
Como explican en el vídeo, si el espejo es curvo nuestra imagen no siempre se verá igual. Y es que, al incidir la luz, no toda saldrá en reflejada en la misma dirección. Dependiendo del recorrido que esta haya tomado para llegar hasta el espejo, y por tanto del ángulo de incidencia, esta tendrá un ángulo de reflexión distinto. Esto provocará que, según en que punto intercepten la luz nuestros ojos, la imagen que nos llegue sea de una forma u otra. Si la interceptamos muy cerca, antes del punto conocido como foco de la lente (marcado con una F en el gráfico), veremos la imagen de forma normal, mientras que si la interceptamos después, la veremos invertida verticalmente. El por qué queda claramente explicado en el esquema de arriba: antes del foco, el rayo azul (que salía del objeto estando arriba) está por encima del verde (que salía estando debajo), mientras que en el foco se cruzan y después terminan saliendo invertidos. A efectos prácticos, esto se traduce en que pasaremos a ver abajo la parte del objeto que estaba arriba y viceversa, es decir, que lo veremos invertido.