Parece que las buenas noticias sobre la marihuana no dejan de llegar. Y con buenas noticias me refiero a su potencial uso como tratamiento en diferentes enfermedades, claro. En su momento os hablamos de como la sustancia no psicoactiva del cannabis podía servir para tratar el Alzheimer o el cáncer, y hace poco también comentamos el uso del aceite de cannabis para tratar la fibromialgia; pero hoy parece que podemos añadir un uso más a esta droga que, convenientemente manipulada, puede ser un medicamento con enorme potencial: Las enfermedades autoinmunes.
THC y enfermedades autoinmunes: Un gran potencial como medicamento
Normalmente siempre echamos la culpa de los perjuicios causados por el cannabis a su ingrediente psicoactivo, el tetrahidrocannabinol, pues se ha demostrado que es el elemento de la droga que produce algunas enfermedades como la psicosis o la esquizofrenia gracias al consumo excesivo. Sin embargo, como bien hemos mencionado, si sabemos manipular convenientemente la droga todo son ventajas.
En este caso han sido los investigadores de la Universidad de Carolina del Sur, dirigidos por Mitzi Nagarkatti, Prakash Nagarkatti y Yang Xiaoming, quienes han descubierto que este elemento psicoactivo también es capaz de suprimir las funciones del sistema inmune o defensivo del cuerpo. Esto puede ser terrible cuando hablamos de excesos por drogadicción, pero con una dosis adecuada, el potencial es enorme. Así lo han afirmado en su estudio publicado en el Journal of Biological Chemistry.
Un nuevo uso para la marihuana
Actualmente el cannabis o marihuana se usa en determinados pacientes para evitar las náuseas y los vómitos del cáncer, o como efectos secundarios al propio tratamiento de quimioterapia, entre otros usos. Sin embargo, estas no serían las únicas maneras de sacarle partido al cannabis, pues parece ser que su función de supresión del sistema inmune (evitando así la inflamación) podría controlarse y llegar a tratar las enfermedades autoinmunes.
En dichas enfermedades lo que sucede es que nuestro propio sistema de defensa ataca al mismo cuerpo por un fallo en los genes controladores del ADN. Esto sucedería gracias a alteraciones externas mediante unas moléculas capaces de modificar el ADN y su función como epigenoma. Así pues, sabiendo esto, los investigadores quisieron averiguar si el THC sería capaz de afectar a la expresión del ADN a través de estas vías epigenéticas fuera del propio ADN.
Y… ¡bingo! Resulta que el THC si es capaz de cambiar y alteras unas moléculas del epigenoma, las histonas, consiguiendo así una supresión de la inflamación. Por ello las conclusiones de este estudio sugieren que este impacto negativo de la marihuana podría llegar a usarse para nuestro beneficio, evitando la inflamación excesiva corporal que sucede en algunas enfermedades autoinmunes como la artritis, el lupus, la colitis, la esclerosis múltiple u otras.
Vía | EurekAlert.