Es muy típico cuando leemos las características de otros planetas del Sistema Solar fijarnos en sus temperaturas y compararlas inmediatamente con las de la Tierra. Si bien esta costumbre nos puede llevar a una idea aproximada de cuán caliente o frío se encuentra un planeta, para nada tenemos que cerciorarnos totalmente en esos datos por tres sencillas razones.
1. Al contrario de lo que puedas haber aprendido de Star Trek y Star Wars, los planetas no tienen un único clima.
Por esta primera razón, no es lógico decir que una ciudad en concreto es tan fría como la superficie de Marte, a no ser, claro está, que especifiques el lugar y la fecha marciana en ese preciso instante.
Hay varios blogs que se están poniendo de moda al realizar esas comparaciones, como por ejemplo Geekquinox, que compara la temperatura de Canadá con la de Marte. Sin embargo, muchas de esas comparaciones dejan de lado muchos aspectos importantes que alteran sobremanera el clima de cada zona de Marte.
De esta manera, cuando el blog compara Winnipeg, una de las ciudades más grandes de Canadá, con el Cráter Gale de Marte, no especifica que éste último se encuentra justamente en los trópicos, donde los rayos solares inciden con mayor “fuerza”, caso contrario de lo que ocurre en esa ciudad canadiense que se encuentra en latitudes mayores.
Además, un día en Marte es muy diferente a un día cualquiera en la Tierra debido a su tenue atmósfera. Esto explica sus variaciones de temperatura tan extremas que existen entre el día y la noche en el Planeta rojo.
2. La atmósfera juega un importante papel
Como la atmósfera de Marte es mucho más liviana que la de la Tierra, ocurre un hecho muy curioso: hay notables variaciones de temperatura entre el suelo y el aire marcianos. Tanto es así que esta diferencia es perceptible en tan solo unos metros de altitud.
“La atmósfera de Marte es muy tenue, aproximadamente unas 160 veces más fina que la de la Tierra, por lo que el calor del Sol puede escapar fácilmente. Este hecho hace que haya grandes diferencias entre la temperatura del suelo y la temperatura del aire. Imagina que estuvieras en el ecuador marciano al mediodía, sentirías el verano en tus pies, pero el invierno en tu cabeza”, explican los redactores de la página web de la estación meteorológica del rover Curiosity.
3. Hay grandes variaciones de temperatura
Que la temperatura de cada lugar varía mucho según el tiempo es algo obvio. Así, Marte, como promedio de cada una de sus localizaciones, puede variar desde unos 20 ºC de temperatura hasta los -153 ºC, al igual que ocurre en la Tierra, que varía desde los 56’7 ºC hasta los -89.2 ºC.
Esto conlleva a que haya zonas en la Tierra que sean más calientes que Marte, más frías que Marte, o con la misma temperatura. Puedes decir perfectamente que hay emplazamientos en la Tierra más fríos que Marte que es completamente cierto, pero no estás especificando nada de lo que se ha dicho aquí.
Fuente: Boing Boing