Estos días se publica en Nature una investigación llevada a cabo por el CSIC junto con la Universidad de Barcelona sobre el impacto que ha causado la pesca de arrastre en tan sólo 40 años en los fondos marinos. El estudio se ha llevado a cabo en noreste de la costa catalana, en el cañón submarino de La Foneras. El arado continuado de los fondos ha alterado la sedimentación natural y ha suavizado y simplificado el relieve, a parte de los daños que causa en la vida marina.
Es un arte de pesca en la que se utilizan redes lastradas que arrastran todo lo que encuentran a su paso. Por este motivo os podéis imaginar lo destructiva que es para los fondos. Es un arte de pesca nada selectivo, ya que coge todo lo que encuentra a su paso. De hecho, ya comenté en otro artículo que este tipo de pesca en aguas poco profundas, junto a otros factores, es lo que está destruyendo las praderas de Posidonia oceanica, un planta marina de suma importancia en nuestro querido Mare nostrum.
Para que nos hagamos una idea del deterioro que generan, la pesca de arrastre es el equivalente en el mar a un campo de cultivo que se ha ido arando en la ladera de una montaña hasta modificar su relieve creando una especie de terrazas. La diferencia está en que los campos se aran una o dos veces al año y la pesca de arrastre puede llevarse a cabo a diario.
El arte de arrastre se utiliza para la pesca de especies de fondo como el salmonete, la bacaladilla, el rape o el pulpo y también da buen resultado para la captura entre dos aguas de peces como el arenque, la caballa, el jurel y la alacha. También se usa en la pesca de crustáceos como las gambas y los camarones, entre otros.
¿Qué consecuencias conlleva este tipo de pesca?
Provoca que el relieve de los cañones submarinos se suavice, limitando el número de especies que viven allí. En la fotografía de la derecha podemos ver el aspecto de un fondo profundo. Los efectos son muy evidentes en los fondos de coral de aguas frías, donde resultan totalmente arrastrados. Sin embargo, según apunta uno de los investigadores del proyecto, Joan Batista Company, en los fondos sedimentarios algunas especies de interés comercial de nuestras aguas no parecen verse afectadas. Prueba de ello es que se sigue pescando en los mismos caladeros de la misma manera desde hace décadas. Debido a este argumento, aunque muchos apoyan la prohibición de esta pesca, otros piensan que se debe investigar el daño que causa a cada especie en los distintos caladeros y no hacer una prohibición general.
El problema de la pesca de arrastre a grandes profundidades es que las especies que allí viven tienen unos ciclos de vida muy lentos y si se sobreexplota su pesca es muy complicado que se puedan recuperar o incluso que sea imposible. La clave de todo este asunto es llegar a un equilibrio sostenible.
Desde luego que es un método de pesca eficaz pero no es bueno para el ecosistema marino en general. Es cierto que muchas veces prohibir por prohibir no es la solución y es una buena idea que se investigue el daño en cada caso pero ¿Qué pasa con los otros animales y plantas arrastrados?
Fuente: Nature, CSIC, Gran enciclopedi del mar (Ed. Durvan, 2009)