Leyendas de la astronomía: La Osa Mayor

Comenzamos la sección de leyendas de la astronomía que os mostraremos cada jueves hablando de una de las constelaciones que todo el mundo conoce, aunque no sea muy ducho en la materia: la Osa Mayor.

Leyenda de la mitología griega

Una de las leyendas más difundidas y;  en mi opinión, más bonitas, cuenta que Zeus se enamoró perdidamente de una bella ninfa llamada Calisto y que, fruto de esta historia de amor, engendraron a un hijo al que llamarían Arkas.

Hera, la esposa de Zeus, presa de los celos, decidió castigar a los enamorados, convirtiendo a Calisto en osa para el resto de su vida. Ya transformada ésta en el animal, un día, se encontró con su hijo que, al no reconocerla, quiso cazarla. Por suerte, Zeus presenció la escena y pudo detenerlo a tiempo, explicándole que esa osa a la que quería matar,  en realidad era su madre.

Arkas pareció comprenderlo, pero su padre no quedó tranquilo, por si en algún momento decidía volver a hacerlo y él no llegaba a tiempo de detenerlo, así que decidió coger a Calisto de la cola y lanzarla al firmamento.  Además, para que no estuviese sola, convirtió a Arkas en un oso más pequeño y lo mandó junto a ella.

Cuento tradicional inglés

Según este cuento, hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo reinaba una importante sequía. Allí vivía una mujer muy enferma, cuyas fuerzas empezaban a apagarse totalmente. Su hija estaba convencida de que su madre solo necesitaba beber un poco de agua, así que salió en busca del preciado líquido para su madre, armada solamente con un cazo de latón. Después de mucho caminar encontró un manantial casi seco, pero se dispuso a llenar el cazo poco a poco. Después de mucho tiempo, salió de vuelta a casa, con mucho cuidado de no derramar ni una gota. Por el camino se encontró un perro casi muerto de sed y, tras compadecerse de él, decidió darle un poco de agua. Increíblemente, el cazo se volvió a llenar solo y, de ser de latón, pasó a ser de plata. Sorprendida, volvió a su casa, donde le abrió la sirvienta, cuya cara denotaba que estaba sedienta. Por eso, la niña también le dio un poco de agua, observando atónita que el cazo se volvía a llenar y pasaba a ser de diamantes. Después de esto su madre pudo beber todo el agua que quiso, hasta recuperarse de la enfermedad. Pero lo más curioso fue que, después, un mendigo vino a la casa pidiendo agua y, al coger el cazo que la niña le tendía, éste cayó al suelo, haciendo que brotara un manantial. Ese cazo lleno de diamantes acabó apareciendo en el cielo, donde hoy en día forma la constelación de la Osa Mayor, también conocida como “el cazo”.

Y esas son dos de las muchas leyendas acerca del origen de la Osa Mayor. ¿Cuál os gusta más?

Imagen: Astronomía para tontos

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