Durante la madrugada del pasado lunes 13 de mayo nuestra querida estrella, el Sol, ha expulsado una llamarada solar extremadamente potente (clase X1.7), la más potente de lo que llevamos de año. No contenta con ello a lo largo del día siguiente ha soltado dos llamaradas más, cada cual más potente que la anterior (clases X2.8 y X3.2).
Se llama llamarada solar a un incremento repentino de la luminosidad en la superficie del Sol. Se cree que este suceso se produce por la liberación repentina de una gran cantidad de energía, como una bomba de 160.000.000.000 megatones. Para que os hagais una idea, la bomba atomica “Little Boy” que se lanzó sobre Hiroshima fue de 16 kilotones, es decir, 10.000.000.000.000 veces menos potente, estamos hablando de una potencia inimaginable para un ser humano (por cierto, si queréis divertiros tirando bombas nucleares en ciudades pasaros por aquí). Estas explosiones suelen estar acompañadas de eyección de materia, comúnmente se llama a esto “Coronal Mass Ejection” (CME) y puede llegar a ser un viento solar muy fuerte. Las llamaradas solares se clasifican con letras (A, B, C, M y X) y números (del 1 al 9) de menor a mayor en potencia. Después de todo esto ya os podéis imaginar que lo que ha pasado el lunes ha sido algo monstruoso.
Consecuencias
Pues la destrucción de la raza humana y posiblemente del planeta Tierra…
No, es coña. Hay muchas películas, teorías catastrofístas y personas mal informadas que creen que una llamarada solar muy fuerte podría destruir la vida en el planeta y eso no es así. Por muy potente que sea la explosión, el Sol esta muy jod***mente a tomar vientos y, al final, de toda esa erupción de materia lo único que nos llega es un viento solar un poco más fuerte de lo habitual. Y esto no es suficiente (ni de lejos) para dañarnos gracias a que la atmósfera y el campo magnético terrestre nos protegen. Quizá, este viento solar pudiera haber llegado a dañar los instrumentos de algún satélite fuera de la atmósfera, por eso la gente de la NASA, la ESA, etc.. pusieron sus cacharros en “modo seguro” hasta que pasase el peligro. Eso, y algunas interferencias en nuestras comunicaciones es lo único en lo que pueden molestarnos estas explosiones.
Además hay que tener presente que aunque estas llamaradas son las más potentes de lo que llevamos de año, no son las más potentes de la historia del Sol ni siquiera las más potentes registradas. Si los astros se alineasen, y el Sol soltase una llamarada de record y la enviase exactamente hacia la posición de la Tierra de una forma colimada, supongo que podría llegar a causar algún daño a nuestros equipos electrónicos. Sin embargo esto es tan remótamente improbable que no va a ocurrir.
BONUS: Auroras boreales
Y hay algo bueno que nosotros sacamos de todo esto. Las auroras boreales se forman cuando el viento solar choca contra nuestra atmósfera (que debido al campo magnético terrestre siempre ocurre en el polo norte). Al aumentar estas llamaradas solares el viento solar, nos encontramos con auroras más frecuentes, más luminosas y a latitudes más bajas.
Noticia | NASA