Hace un par de años ya os comentamos como algunas partes de nuestro organismo (como nuestros ojos) pueden informar bastante sobre nuestro estado de salud, tanto general como localizado en ciertos órganos. Hoy volveremos a la carga, pero esta vez un poco más abajo, pues os hablaremos de lo que puede llegar a decirlos nuestra boca sobre nuestra salud.
Manchas dentales
Si, es antiestético, pero hay algo más. Las manchas o placas bucales no solo son eso, manchas, sino que aunque no son peligrosas por si mismas si representan que existen grumos/agrupaciones de bacterias (y eso desde luego no es nada saludable). Una sonrisa repleta de manchas no solo es antiestético, sino que significa que ahí viven bastantes microorganismos que si pueden llegar a ser peligrosos si no cuidamos convenientemente nuestra boca en general y nuestras encimas en particular.
Sensibilidad
Tanto las bebidas calientes como las frías, e incluso los alimentos (¿alguien ha dicho helado?) pueden hacerlos sentir un cosquilleo en los dientes. Sin embargo, si ese leve cosquilleo provoca que sintamos molestia e incluso dolor, algo va mal, pues quiere decir que los nervios de nuestra querida cavidad bucal están en peligro. Lo principal es detectar esta molestia a tiempo, para que no sea peor, pues si no lo tenemos en cuenta puede llegar a ser demasiado tarde, llegando incluso a las ortodoncias.
Mal aliento
Relacionándolo con el punto anterior, poseer mal aliento por la razón que sea no es algo bonito, pero no siempre se debe a algo que hayamos comido. De hecho, puede significar que sufrimos alguna enfermedad de las encias, pues algunas bacterias emiten una mezcla de olores similares al azufre que nos indicarían que algo no va bien ahí dentro.
Sangrado
Por otra parte tenemos el sangrado bucal. Si, es posible que tengamos los dientes sensibles de forma puntual, o que nos hayamos pasado en la fuerza del cepillado. Sin embargo, si esto sucede de forma bastante continua, es muy probable que necesitemos pasar por nuestro dentista. Si hay sangrado bucal significa que existe una inflamación, y como ya os comentamos en alguna ocasión incluso una enfermedad bucal llega a producir enfermedades cardíacas en algunos individuos.
Tamaño de las encías
Normalmente nuestras encías son de un color rosáceo pálido y se ven como la “funda” de nuestra dentadura, abrazando a los dientes. Sin embargo, si esta situación cambia (la funda es más delgada, o más blanquinosa), puede que nos encontremos delante de una inflamación de encías. Esto puede acarrear serios problemas y dejar expuestos a nuestros dientes, incluso llegando a infecciones como la gingivitis.
Lesiones en la lengua
Normalmente nuestra lengua no es lisa, todo lo contrario. De hecho lo mejor es que se vea como algo “peluda“, pues eso quiere decir que las papilas gustativas están haciendo su función. Sin embargo, si estuviera lista, puede que nos encontremos delante de un déficit de vitamina B. Por otro lado, si se ve más blanca puede que esté inflamaba o infectada, normalmente por hongos (el más típico es la candida). Estos casos se suelen dar más en sujetos con las defensas bajas por algún motivo (como el cáncer, o el SIDA), pero también en los recién nacidos.
Llagas
Finalmente tenemos las llagas, como el conocido herpes labial o incluso el chancro (una enfermedad de transmisión sexual, que también puede llegar a nuestra cavidad oral según las prácticas sexuales que llevemos a cabo…). Por otra parte, también nos podemos encontrar con vesículas del Virus del Papiloma Humano, que en la actualidad están aumentando rápidamente entre mujeres y hombres jóvenes, y que en consecuencia pueden dar lugar a cáncer oral. De nuevo, cuidado con como y donde usamos nuestra boca.