achoo

Si pensamos en estas primeras semanas del esperanzador 2015, la banda sonora que nos ha acompañado se podría titular “¡achís!” ó “¡achú!”. Seguro que la has escuchado por todas partes acompañado de caras graciosas, uso masivo de todo tipo de pañuelos, sobredosis de Frenadol y de consejos que nos da la abuela, o la vecina de arriba, para intentar que los síntomas desaparezcan y podamos volver a nuestra feliz rutina sin ser una máquina expendedora de bichitos.  Vamos a analizar unos cuantos mitos sobre el resfriado común que nos ha comentado nuestra vecina “la Puri”, como le gusta que le llamen, siempre  en forma de consejos “muy útiles” para ver si nos pueden ayudar en algo con el catarrazo que llevamos.

1. Alimenta a un resfriado, mata de hambre a la fiebre

¡Come, come y come! Un buen banquete hará que te recuperes más rápido. Afortunadamente, para los que se nos quita el apetito cuando estamos resfriado, este mito no es cierto.

Mucho más importante de lo que comas, es lo que bebas. Es muy importante permanecer hidratado, además, debes comer de forma saludable (Al igual que deberías cuando no estás resfriado) y hacer reposo. Es un buen momento para ponerte las 10 temporadas de Friends para amenizar el reposo.

2. Toma Vitamina C

Todos los suplementos de vitamina C del mundo no evitarán que te resfríes, ni harán que te recuperes más pronto. Quizá, esto tenga otro efecto secundario no muy agradable a la hora de “expulsar” todo ese exceso de vitamina C que tu cuerpo no necesita.

Este es uno de los mitos más comunes, pero como otros muchos, no hay evidencia para sugerir que sea cierto. De hecho, hay poca evidencia de que tomar suplementos de vitamina C sea beneficioso ya que en condiciones normales, adquirimos toda la vitamina que nuestro cuerpo necesita si seguimos una dieta equilibrada.

3. ¡No salgas a la calle con el pelo mojado!

La causa de los resfriados es vírica. Estos se transmiten por inhalación o tocando una superficie contaminada y después tocándonos la boca, por tanto, que tu pelo esté o no esté mojado es indiferente. A no ser que te congeles tanto que llegues a la hipotermia la cual te hará más susceptible a la infección del virus.

 4. No bebas leche

Los mitos que más persisten son aquellos que parecen tener su lógica, como es el caso de la leche. La cosa viene de la creencia de que beber leche causa un aumento en la producción de moco y, por tanto, que empeore la sintomatología cuando estás resfriado. La realidad es que la leche no aumenta la cantidad de moco por más leche que consumas. De hecho, un vasito de leche calentita, con un poco de miel, te hará sentir mejor (Aquí una abuela nunca falla).

5. Cuantas más capas de ropa en invierno mejor

No irás a salir tan fresco ¿verdad? ¿has visto el frío que hace? ¡ponte más ropa! ¡abrígate! ¡las cebollas son sexys!. Frases integradas en el genoma de toda madre.

Como ya hemos dicho, los resfriados están causados por virus, así que por más que te escondas tras miles de capas, no podrás escapar de ellos, siempre están al acecho, dónde menos te lo esperas y ser una linda cebolla no te da inmunidad a su ataque.

 6. Puedes sudar el resfriado

La típica imagen de las películas cuando alguien tiene un resfriado es la de ponerse una toalla sobre la cabeza e inclinarse sobre un recipiente lleno de agua caliente. Queda bien en las películas, pero es completamente inefectivo. Puede que te haga sentir mejor si añades algo con mentol en el agua que hará que puedas respirar mejor, pero no que sudes el resfriado y desaparezca.

7. Tomar Equinácea previene los resfriados

Los remedios basados en hierbas no suelen tener buena reputación. Cabe decir que no existe evidencia alguna para pensar que funcionan, incluyendo la equinácea. Incluso el centro para la medicina complementaria y alternativa de los Estados Unidos no encontró beneficio alguno cuando probaron a introducirla en una especie de zumo junto otras hierbas y raíces.

8. Es más frecuente que te resfríes en invierno porque pasas más tiempo en interiores 

Otro mito que parece lógico pero que no es cierto. Nos resfriamos más en invierno, pero parece que esta no es la razón. La teoría es que en invierno permanecemos más tiempo dentro de casa y más cerca los unos a los otros, aumentando las probabilidades de contagio de virus.

De acuerdo con el centro para resfriados comunes de la Universidad de Cardiff : “Esta teoría del hacinamiento ha estado esparciéndose desde hace más de 100 años pero realmente no tiene sentido ya que nuestras ciudades están tan masificadas en verano como en invierno“.

Otra teoría, que tiene más sentido, es que tenemos que echarle la culpa a nuestra nariz ya que cuando hace frío, respiramos aire frío y nuestra mucosa nasal se enfría. Este enfriamiento de la mucosa nasal puede ser el causante de que se debilite nuestra resistencia a la infección y por esta razón hayan más resfriados en invierno.

Como siempre me ha dicho mi abuela, un resfriado con medicamentos dura 7 días y sin medicamentos dura una semana. Lo mejor que podemos hacer si nos resfriamos es hacernos una bebida calentita (o que nos la haga la mami), coger una mantita y reposar en un sofá cómodo mientras vemos nuestra serie preferida y esperarnos a encontrarnos mejor.

Vía | Mental Floss

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