Los artrópodos en general son el grupo de animales más exitoso de la Tierra. Dentro ese gran grupo tenemos a los insectos, que son mucho más que “bichos”. Ya vimos en otro artículo que algunos tipos de escarabajos son capaces de orientarse por la Vía Láctea. Hoy vamos a hablar de otra sorprendente capacidad observada en los abejorros: utilizan la lógica para encontrar el néctar y así ahorrar tiempo y energía.
Copiar el comportamiento de tu congénere te asegura rico néctar
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres y la Sociedad Zoológica de Londres ha revelado la razón de por qué los abejorros se copian los unos a los otros en la búsqueda de néctar. EL estudio ha sido publicado en la revista Current Biology y la respuesta a este enigma es un perfecto ejemplo del principio de la navaja de Ockham, en el que en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta.
El estudio ha demostrado que los abejorros son capaces de aprender del comportamiento de sus congéneres: si un abejorro visita un determinado color de flor es porque tiene una rica recompensa así que razona que ese color de flor es el que debe visitar. Tan sencillo como eso.
Para demostrarlo, utilizaron en un laboratorio flores artificiales de muchos colores en las que solo un determinado color poseía néctar dulce. Un primer grupo se encargó de elegir ese determinado color y se mostró ese proceso a través de una pantalla a un segundo grupo.
Cuando se dejó elegir al segundo grupo de abejorros un único color de flor, éstas eligieron el color que habían elegido las del primer grupo. De igual manera, se pusieron flores con néctar amargo y el segundo grupo de abejorros evitó ir a ese color de flor, igual que hizo el grupo anterior.
Una de las investigadoras del grupo, Erika Dawson, afirma que:
“Nuestro estudio muestra cómo los abejorros utilizan asociaciones pasadas para tomar decisiones sobre cuándo copiar a otros, pero casi todos los demás animales, incluidos los humanos, también son capaces de formar este tipo de asociaciones. Por ejemplo, nosotros podemos asociar la Pascua con el chocolate o las inyecciones con el miedo. Esto sugiere que otras especies, no sólo los abejorros, también puede utilizar este proceso lógico cuando están aprendiendo de otros.”
Si lo pensamos detenidamente, la estrategia es muy inteligente. Volar es un lujo muy costoso energéticamente hablando. Si observando lo que hacen los otros abejorros evitan tener que ir de flor en flor para testear qué tipo de flor es la que contiene néctar, se ahorran mucha energía que puede ser aprovechada en libar más flores.
Fuente: Universidad Queen Mary