La semana pasada os hablamos en profundidad de los microbios, y ahora que sabemos que no todos son tan malos como nos los han pintado, podemos hablar en profundidad de las bondades (muchas) que poseen. En este caso, estrenamos la sección de bacterias con superpoderes.
Como es el caso de Oleispira antartica, una bacteria que no solo sobrevive en los fríos ambientes del Océano Antártico, si no que además, es capaz de degradar hidrocarburos bajo la superficie del hielo. Este descubrimiento del CSIC (que continúa sorprendiéndonos con sus investigaciones a pesar de las circunstancias), permitirá tener otra opción para paliar desastres naturales si estos ocurrieran a temperaturas frías.
Todos tenemos en mente catástrofes como la del Prestige o el Exxon Valdez, y aunque hace tiempo que se sabe que las bacterias pueden ayudar a paliar un vertido de hidrocarburos como los mencionados, se desconocía que esto se pudiera hacer también a temperaturas cercanas a cero grados. Esta resistencia deriva de que es capaz fabricar un anticongelante natural, con lo que, estudiando su genoma, podemos obtener productos industriales derivados de esta protección al frío.
Por supuesto, nadie quiere que se repitan episodios tan desastrosos para el hábitat marino y el medio ambiente, pero en el caso de suceder, es fantástico saber que contamos con un poderoso aliado en este pequeño microorganismo.
Fuente: ALT 1040