Hoy trataré un tema de índole pediátrica. El hecho de que los bebes menores de un año ya saben que el más fuerte es el que manda.
Según un estudio publicado en la revista Science por psicólogos de la Universidad de Harvard, los niños de unos pocos meses de vida, con menos de un año, tienen nociones sobre la jerarquía. Entienden que el más fuerte o grande es quien manda.
Lotte Thomen, profesor de psicología de la Universidad de Compenhague y principal autor del estudio, explica que es posible que al poco de nacer ya desarrollemos cierta comprensión de la “dominación social”.
En este trabajo se ha analizado como los niños relacionan el concepto tamaño-poder, una relación de sobra conocida tanto en la cultura humana como en el reino animal (tronos grandes para los reyes, ropas que hacen parecer de mayor tamaño, arrodillamiento de los subordinados para que el individuo que manda este en una escala superior, animales que se hinchan para aparentar mayor tamaño como el pez globo…)
El estudió se llevo a cabo con niños de 8 a 16 meses a los cuales se les hizo ver cómo interactuaban los personajes de dibujos animados de diferentes tamaños. Les enseñaron videos donde aparecían dos bloques, con ojos y boca, avanzando en diferentes direcciones.
Después se presentan estos bloques en el centro de la pantalla y dos versiones diferentes. La primera donde el bloque grande impide el paso al pequeño y tiene que ceder y dar un rodeo para pasar y la segunda a la inversa, donde el que cede es el bloque grande ante el pequeño.
Según los investigadores, los niños de estas edades prestan más atención cuando alguna situación les parece extraña, les sorprende. Los psicólogos responsables de esta investigación confirmaron esta reacción de sorpresa midiendo el tiempo que prestaban atención a la pantalla (como ya imaginareis, no podían preguntarles a los bebes qué les sorprendía más… era complicado).
Los niños prestaban más atención cuando el bloque grande tenía que ceder ante el pequeño, pues estuvieron 20 segundos atendiendo al video, en comparación a los 12 segundos de la secuencia donde el bloque pequeño era el que debía ceder y dar un rodeo.
Además, se ha demostrado que los bebés captan otros aspectos sociales, como por ejemplo si otras personas ayudan o molestan. Según los científicos, estas representaciones forman parte de lo que necesitan los bebés para comprender la colaboración en el mundo.
Por último, los psicólogos también nos cuentan que los bebés entienden que ser musculoso es de gran utilidad en un conflicto, y también saben desarrollar la empatía con los otros, algo vital para poder convivir.
En conclusión, hasta cuando tenemos apenas unos meses de vida realmente si entendemos muchísimo más de lo que se creía. Somos seres inteligentes desde el nacimiento, venimos preparados de fábrica.