Dibujar es puro arte, es una forma creativa de expresar y enseñar nuestras inquietudes a las personas que nos rodean. Es una habilidad única del ser humano y que sin duda se asocia a nuestra gran inteligencia.
Las primeras pinturas datan de más de 15.000 años de antigüedad. Fueron nuestros primeros pasos tímidos para reproducir en la pared de la cueva la vida que llevábamos por aquel entonces, en un intento de perpetuar nuestros conocimientos más allá de la muerte.
De la pintura surgió, con el paso del tiempo, la escritura, pues ambos comparten muchas de las características que nos permitieron recopilar el saber humano para así construir las primeras civilizaciones.
No es de extrañar, por tanto, que los buenos dibujos estén relacionados con una alta inteligencia del sujeto que los haya realizado. Por ello, durante décadas se han usado diversas pruebas de este estilo en niños para evaluar su inteligencia.
Una de las pruebas más famosas consiste en pedirle al niño que dibuje a una persona, y dependiendo de cómo lo haga, podremos aproximarnos a su nivel intelectual.
Un rápido test para predecir la inteligencia del niño
Ahora bien, los investigadores del Instituto de Psiquiatría del King’s College London han querido ir aún más lejos en este tema. Querían saber si los dibujos de un niño eran capaces de predecir la inteligencia que tendrá en un futuro.
Para ello, los investigadores realizaron el siguiente experimento. Cuando los niños tenían 4 años, se les pidió que dibujaran a un niño. Dependiendo de los rasgos que presentara, el dibujo se puntuaba del 0 al 12.
Por ejemplo, un dibujo de un niño con dos piernas, dos brazos, un cuerpo y una cabeza, pero sin ningún detalle en la cara, tendría una puntuación de 4. Además, tuvieron que realizar pruebas de inteligencia a los 4 y a los 14 años.
Para sorpresa de los investigadores, a mayor puntuación en el dibujo, mayor era la inteligencia del niño, tanto a los 4 años como a los 14.
“La prueba del dibujo de un niño fue ideado en la década de 1920 para evaluar la inteligencia de los niños, por lo que se esperaba que la prueba se relacionara con la inteligencia a los 4 años. Lo que nos sorprendió fue que hubiera correlación con la inteligencia una década más tarde”, explica la principal autora del estudio, la Doctora Rosalind Arden.
Los dibujos tienen una importante base genética
Los investigadores también analizaron si existía alguna relación entre los dibujos de los niños y la genética. Efectivamente, tras analizar los dibujos de gemelos, hallaron que éstos eran mucho más similares que cuando se comparaba con otra pareja de hermanos que no fueran gemelos.
Como bien sabemos, los gemelos comparten los mismos genes, de ahí que haya una conexión genética en todo este asunto.
No hay que preocuparse si tu hijo dibuja mal
Es importante que no llevemos las conclusiones de este estudio al extremo; es decir, no hay que alarmarse en absoluto si tu hijo no sabe dibujar bien. Aunque se ha encontrado una relación con la inteligencia del niño, realmente esta asociación no es del 100%.
Asimismo, hay que tener en cuenta otros muchos factores que intervienen en el desarrollo de la inteligencia.
“La correlación es moderada, por lo que nuestros resultados son interesantes, pero eso no significa que los padres deban preocuparse si su niño dibuja mal. La capacidad de dibujar no determina la inteligencia, hay incontables factores, tanto genéticos como ambientales, que afectan a la inteligencia con el paso de los años”, aclara la doctora Arden.
En resumen, si tu hijo dibuja bien, míralo con buenos ojos porque denota inteligencia; y si dibuja mal, no debes preocuparte, ya que la manera en qué dibujamos no determina totalmente nuestra inteligencia.
Fuente: Science Daily