Los implantes mamarios se han vuelto muy populares en los últimos años. Para bien por el tema estético (me han llegado rumores de que hay países donde se usan como regalo de cumpleaños, aunque no lo he confirmado), o para mal en el caso de países como España o Reino Unido con el escándalo de las prótesis PIP que parecen haber salido bastante defectuosas. Sea como fuere, parece que hay que añadir un nuevo pero a los implantes mamarios, y es que podrían dificultar tanto el diagnóstico de cáncer de mama como la supervivencia a la enfermedad.
Al menos eso es lo que creen los autores de un estudio publicado en British Medical Journal, los cuales también hacen hincapié en que estos resultados deben tomarse con cautela, pues han usado algunos estudios para su análisis donde había diversos fallos de metodología. Por ello, creen conveniente que es necesario realizar más estudios sobre los efectos a la salud a largo plazo por parte de estas prótesis estéticas mamarias.
Dicho esto, volvamos a los resultados. Según anteriores estudios, los implantes dificultarían poder encontrar el cáncer de mama en edades tempranas, ya que provoca sombras en las mamografías, ocultando parte del tejido mamario. Por ello, este grupo de investigadores de Canadá intentó determinar si habría diferencia en la supervivencia de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama según si poseian o no implantes cosméticos mamarios. Para ello examinaron 12 estudios observacionales, todos publicados después de 1993, en Estados Unidos, Europa y Canadá.
Tras esto, el grupo de científicos descubrió que las mujeres que poseían implantes tenían un 25% más de riesgo de ser diagnosticadas de cáncer de mama en etapas más avanzadas que otras que no poseían implantes. Por otra parte, los autores analizaron otros cinco estudios y encontraron que las mujeres que poseían implantes tenían un 38% más de riesgo de morir por cáncer de mama que aquellas otras que no poseyeran dichos implantes.
Finalmente, también se encontró que las mujeres con implantes mamarios también tenían unas tasas de supervivencia peores que las que no tenían dichos implantes. Es decir, tenían menos esperanza de vida que las mujeres sin prótesis estéticas.
De todas formas, como ya he comentado al principio, los autores creen que es necesario realizar más estudios sobre la relación entre los implantes mamarios y la salud de las mujeres que los poseen, pues algunos de los estudios que analizaron tenían algunos fallos que podían llevar a confusión. Aún así sería conveniente tener en cuenta estos resultados, por si acaso.
Vía | BMJ.
Imagen | John A. Velázquez.