Muchas veces la gente me pregunta por qué me gustan tanto las películas de terror, asesinatos e incluso del género gore… y la verdad es que nunca he sabido muy bien que responder. Simplemente me gustan. Así que me ha sorprendido encontrar un estudio en el que resuelven la cuestión de por qué tantos espectadores disfrutan con estos derramamientos de sangre y violencia ficticios.
Según los investigadores Anne Bartsch (University of Augsburg, Alemania) y Louise Mares (University of Wisconsin-Madison, EEUU) esto podría deberse a que los espectadores esperan que estas películas les ofrezcan una perspectiva que les explique algunos aspectos de la condición humana.
Estudios anteriores sugieren que la gente no se encuentra necesariamente atraída hacia la violencia, pero parece que sí se sienten atraídos por ella si anticipan otros beneficios, como la emoción y el suspense.
En su estudio, estos científicos reclutaron a 482 individuos entre 18-82 años y les hicieron ver trailers de películas que presentaban diferentes niveles de gore y transcendencia. Luego, los participantes calificaron su probabilidad de ver la película entera. También dieron sus percepciones sobre la película, como cuán gore, reflexiva o intrigante pensaban que sería.
Los resultados de este nuevo estudio demostraron que esos placeres hedonistas son sólo parte del por qué estamos dispuestos a exponernos a las escenas de agresiones y derramamiento de sangre.
“Algunas representaciones de violencia se perciben como algo significativo, emocionante y estimulante que puede fomentar la empatía con las víctimas, la admiración por los actos de valor y la belleza moral de cara a la violencia, o la auto-reflexión con respecto a los impulsos violentos”, dijo Bartsch.
Esta puede ser la respuesta a gran parte de la pregunta, aunque para mi aún sigue faltando algo, ya que muchas de las películas llenas de violencia que triunfan entre los espectadores parecen lo tener ningún significado, es decir, también la violencia gratuita tiene un gran número de espectadores.
Esperemos que en un futuro alguien nos muestre una respuesta más completa a por qué la gente disfruta de las películas con alto contenido violento, pero de momento ya conocemos una parte de la historia.
Fuentes: Psych Central