Un virus es un ente formado básicamente por ADN y proteínas que necesita infectar un huésped para poder reproducirse. En los humanos, de manera general, los virus penetran al completo en el proceso de infección y la envuelta que contiene el ADN viral tiene que desemsamblarse para que ese ADN pueda penetrar en el núcleo de las células a las que ha infectado. Es ese proceso en concreto el que ha conseguido observar por primera vez y en tiempo real un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) y de la Universidad de Princeton. El estudio ha sido publicado en la revista Scientific Reports.
La primera vez que se observa el proceso en tiempo real
El tipo de virus con el que han trabajado es un adenovirus, un grupo de virus icosaédricos que infectan tanto a humanos como a animales. La palabra “adeno” viene del latín y significa glándula. La razón de que los adenovirus se llamen así es porque fueron los primeros virus que se aislaron tanto en amígdalas como en glándulas adrenales. En humanos causan infecciones respiratorias leves como resfriados, también gastroenteritis y pueden resultar mortales en pacientes inmunodeprimidos, aunque también se utilizan como medicina en terapias génicas.
Los investigadores utilizaron en su estudio un microscopio de Fuerzas Atómicas en medio acuoso. Mediante una punta que se encuentra al final del microscopio consiguieron fatigar al virus mediante toques suaves pero repetidos. De esta manera consiguieron provocar y observar el desensamblaje progresivo de la cápsula del virus en tiempo real. Al final de este proceso se librea el ADN viral y los investigadores dicen textualmente que ocurre “de forma similar a lo que ocurre cuando pelamos una naranja”. En este vídeo se puede ver cómo ocurre el proceso.
Cuando un virus consigue infectar una célula, los virus recién formados aún no son partículas infecciosas, tienen que sufrir un proceso de maduración en el que las propiedades físico-químicas de las cápsulas que contienen el ADN viral se alteran para que las cápsulas se puedan desensamblar de manera correcta para poder liberar su ADN y continuar la infección. Para comprender cómo el virus pasa a ser infeccioso, los investigadores han observado esos cambios físicos que suceden durante la maduración.
Lo que se ha conseguido constatar en este experimento es que los adenovirus necesitan desensamblar de manera progresiva su cápsula para poder liberar su ADN y poder infectar a las células. No olvidemos que los virus son partículas mucho más pequeñas que las bacterias y poder observar un virus y trabajar con él es algo que no ha resultado nada fácil, hacen falta microscopios muy potentes como el que han utilizado. Los adenovirus en concreto pueden llegar a medir unos 100 nanómetros y recordemos que un nanómetro es una mil millonésima parte de un metro.
Fuente: SINC