Cuando los astronautas viajan al espacio y se quedan absortos mirando el paisaje que les rodea por alguna ventanilla de la nave, algo extraño les recorre el cuerpo, una sensación muy fuerte y poderosa que a muchos de ellos les llega a cambiar la vida por completo. Una vez que están allí arriba, ya no vuelven a ser los mismos. ¿Qué es lo que les ocurre? ¿Qué ven? Aquí van algunos relatos más asombrosos de los astronautas.
En 1969, durante la misión Apolo 9, el astronauta Rusty Schweikart se encontraba haciendo una serie de maniobras en el espacio que darían paso a las futuras misiones que permitieron llevar al hombre a la Luna. Schweikart rodeaba el planeta Tierra cada 90 minutos y, sin previo aviso, un sentimiento de euforia, éxtasis y paz le asaltó.
“Cuando das la vuelta a la Tierra en una hora y media, empiezas a reconocer que tu identidad se relaciona con todo lo que ves”, explicó Schweikart.
Dos años después, el astronauta de la misión Apolo 14, Ed Mitchell, también pasó por esta experiencia. Tras un exitoso alunizaje en la luna, Mitchell, junto con sus otros dos compañeros, estaba regresando a la Tierra.
Dio la casualidad de que Mitchell ya había completado todas sus tareas y, por tanto, en el viaje de retorno a casa tuvo más tiempo para disfrutar del paisaje que se dibujaba a través de la ventanilla de la nave.
Como la nave giraba sobre sí misma completando una vuelta cada 2 minutos (un modo que le llaman el modo barbacoa), Mitchell pudo contemplar por primera vez la Tierra, la Luna, el Sol y las estrellas en un panorama de 360º que le dejó ensimismado.
Además, él mismo comprendía que todas sus moléculas y las de sus compañeros se formaron en antiguas estrellas que, al morir, esparcieron sus cenizas por el espacio, de las cuales estamos constituidos; y, de repente, ahí estaba de nuevo esa emoción que Schweikart había experimentado antes, esa sensación de euforia, de conexión con el Universo, que le cambiaría para toda la vida.
Schweikart y Mitchell no fueron los únicos en sentir este misterioso efecto. A ellos se les sumarían, entre otros, Tom Jones, Mike Massimino y el famosísimo Chris Hadfield. Este efecto pronto pasó a denominarse el efecto visión general (‘overview‘ en inglés), término acuñado en 1987 por el escritor Frank White.
Hadfield ha sido de los últimos astronautas en percibir este curioso efecto. De hecho, en sus últimos días a bordo de la Estación Espacial Internacional, Hadfield llegó incluso a realizar su propia versión de la canción Space Oddity de David Bowie para canalizar, de alguna manera, todo lo que él había sentido allí para poder compartirlo con todos nosotros.
Y así podemos continuar ad infinitum. Tan impactantes han sido estos momentos que han vivido los astronautas que uno de ellos dijo una vez:
“Cuando fuimos por primera vez a la Luna, toda nuestra atención estaba en la Luna. No estábamos pensando en mirar a la Tierra. Pero ahora que lo hemos hecho, bien puede haber sido la razón más importante por la que fuimos”
Por último, dejo aquí un vídeo que explica más a fondo este efecto visión general.