¡Volvemos una vez más con El Científico de la Semana! Como ya dije la semana pasada, mi objetivo en esta sección es presentar a científicos actuales en lugar de a los Einstein o Edison que todo el mundo conoce. Y,  siguiendo la estela de lo que hice la semana pasada con Tesla, vuelvo a traer a alguien que es conocido por muchos, pero que realmente pocos conocen sus aportaciones al mundo de la física: Stephen Hawking.

Vida

Ya el día de su nacimiento fue una fecha sonada, puesto que fue dado a luz el 8 de enero de 1942, exactamente 300 años después de la muerte de Galileo Galilei. A pesar de que sus padres eran de Londres, se mudaron a Oxford poco antes de su nacimiento: en plena Guerra Mundial, la capital de Inglaterra no era un lugar seguro.

Allí, una vez que tuvo la edad necesaria, entró a estudiar en el University College de Oxford, el mismo que su padre. Pero para poder hacerlo tuvo que dejar de lado su sueño: estudiar Matemáticas. Dicho grado no se impartía en Oxford cuando él ingresó en la Universidad, así que se decantó por la Física, ciencia que le ha dado la fama internacional que ahora posee.

En 1962, Hawking se graduó en Oxford y se fue a Cambridge a hacer sus estudios de postgrado en el Trinity Hall, donde en el 1966 obtuvo su doctorado en Física.

Enfermedad

Basta con ver cualquier imagen en la que salga para darse cuenta de que Stephen Hawking es una persona afectada por algún tipo de problema de gravedad considerable, puesto que es incapaz de moverse y tiene que usar un ordenador con un sintetizador de voz para comunicarse.

La enfermedad que sufre Stephen Hawking es la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA para abreviar). Si bien de mis compañeros de Medciencia soy el que peor podría explicaros sus causas y sus consecuencias, con una pequeña búsqueda en Google puede obtenerse una sencilla descripción:

La esclerosis lateral amiotrófica  es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular. Se origina cuando unas células del sistema nervioso llamadas motoneuronas disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva de pronóstico mortal: en sus etapas avanzadas los pacientes sufren una parálisis total que se acompaña de una exaltación de los reflejos tendinosos (resultado de la pérdida de los controles musculares inhibitorios)

Fuente

En el caso de Hawking, a pesar de su estado, es uno de los pacientes que mejor ha llevado la enfermedad, puesto que la gran mayoría suelen morir a los pocos años. De hecho, cuando tenía 21 años, un médico determinó que le quedaban como mucho dos o tres años, aunque como es obvio el tiempo ha acabado quitándole la razón.

Stephen Hawking con su primera esposa, poco después de que le fuera diagnosticada la enfremedad.

 Ahora, después de hablar de su vida y su enfermedad, dejamos por fin de hablar del físico para hablar de lo que lo ha hecho famoso: sus aportaciones.

Radiación de Hawking

La conocida como radiación de Hawking ha sido sin duda una de las mayores aportaciones del astrofísico británico. Uno de los principios de la mecánica cuántica tiene como consecuencia que en cualquier punto del espacio puede crearse de la nada y en cualquier momento un par partícula-antipartícula que al cabo de una ínfima cantidad de tiempo se desintegrará. Esto viola la Ley de Conservación de la Energía, pero el Principio de incertidumbre de Heisenberg demuestra que es posible. A este par partícula-antipartícula se le conoce como “partículas virtuales”, dado que su existencia es tan corta que no pueden medirse sus características.

Lo que Hawking postuló es que, en el caso de que este par se creara en el límite horizonte de sucesos de un agujero negro (que es lo que podríamos llamar “el punto de no retorno”, puesto que nada de lo que supera dicha frontera puede escapar al exterior), una de las partículas podría caer hacia el interior del agujero negro. Esto provocaría que la partícula restante quedara libre, pasando a ser una partícula real y siendo lo que se ha bautizado como radiación de Hawking, puesto que es una emisión de energía proveniente del agujero negro.

Esto comporta que los agujeros negros sufran una (muy muy pequeña, todo hay que decirlo) disminución de masa, puesto que la partícula que haya entrado acabará destruyéndose con una partícula formante de otro par que haya sido atrapada también por el agujero negro.

A pesar de que esta teoría fue propuesta en 1976, fue una mera suposición hasta hace tan sólo dos años, cuando un equipo de científicos de la Universidad de Milán pudo realizar un experimento en un laboratorio que confirmó su existencia.

Curiosidades

Dejando de lado sus importantes aportaciones, si hay una cosa por la que destaca Stephen Hawking es por sus numerosas apuestas. Sin ir más lejos, declaró públicamente cuando se anunció el descubrimiento del Bosón de Higgs, de lo que os hablé en un artículo hace poco, que a raíz de ello había perdido 100 dólares contra su amigo, el físico Gordon Kane.

Además, en 1997 apostó con otro amigo a favor de que los agujeros negros destruían toda la información que contenían. 7 años más tarde, en 2004, él mismo descubrió justo lo contrario, y tuvo que dar una enciclopedia sobre béisbol al ganador. Como él mismo explicó:

El perdedor o los perdedores entregan al ganador o ganadores de la apuesta una enciclopedia de su gusto, de la que se podrá recuperar información fácilmente

Además, ha hecho también cameos en famosas series americanas como lo son The Big Bang Theory o Los Simpson, en la que ha salido más de una vez.

¡Y hasta aquí, una vez más, con el Científico de la Semana! ¿Os ha resultado más interesante que Tesla? ¿Preferís científicos actuales, como Hawking, o los que han marcado una época pasada, como Tesla? ¡Podéis también darme sugerencias para futuros Científicos de la Semana, que las estudiaré encantado!

Sin nada más que decir, ¡nos vemos la semana que viene en una nueva entrega de Científico de la Semana!

Fuentes: Web oficial de Stephen Hawking, Wikipedia, Youtube

Related Posts

Để lại một bình luận

Email của bạn sẽ không được hiển thị công khai. Các trường bắt buộc được đánh dấu *