Si los machos sospechan una infidelidad, reducen el cuidado de las crías

Un interesante estudio publicado en la revista PLoS Biology realizado por las Universidades de Lund (Suecia), Oxford y Yale muestra que, dependiendo de la especie, los machos ajustan los cuidados de su prole dependiendo del grado de infidelidad que sospechen. Por otro lado, también hay machos que cuidan de las crías aún sabiendo que no son suyas. Vamos a descubrir las razones de estos dos tipos de comportamiento animal.

Infidelidad = menor cuidado de las crías

Si lo pensamos desde nuestro punto de vista, a muchos hombres no les haría ninguna gracia descubrir que su hijo es en realidad el hijo del butanero. Otros, en cambio, piensan que el niño no tiene la culpa de la infidelidad de su madre y asumen el cuidado de ese hijo. Esto es básicamente lo que también ha ocurrido en el estudio, unos machos no cuidan de las crías si sospechan infidelidad y otros lo siguen haciendo aún sabiendo que las crías no son suyas.

La publicación recoge los resultados de 60 estudios en los que se analizó el comportamiento paternal de los machos de 48 especies distintas que incluían insectos, peces, pájaros y mamíferos. La conclusión a la que han llegado los expertos es que los machos contribuyen al cuidado parental dependiendo de la fidelidad que le supongan a su pareja.

Pero también puede ocurrir el caso contrario: más de la mitad de los machos engañados del estudio siguieron cuidando de las crías que no les correspondían a pesar de que este comportamiento no tiene mucho sentido desde un punto de vista evolutivo. La explicación a este comportamiento es que este hecho ocurre en especies con bajo riesgo de infidelidad o cuando criar de una descendencia que no es tuya no dañe el futuro éxito reproductivo del padre. Los machos saben calcular si cuidar de hijos ilegítimos reducirá las posibilidades de tener una descendencia propia.

De manera general, la reducción de los cuidados paternales en descendencia ilegítima es un fenómeno bastante común en la naturaleza y ocurre en más del 80 % de las aves, insectos, mamíferos, peces y reptiles estudiados hasta ahora. De estas especies, el abandono paterno se produce especialmente cuando el riesgo de infidelidad es muy alto o cuando el cuidado disminuye el futuro éxito reproductivo del macho.

Si un hombre sospechase una infidelidad y no tuviera manera de saber si su hijo es realmente suyo, ¿qué haríais? ¿Cuidaríais de ese hijo? Según el estudio, como las hembras de nuestra especie son relativamente monógamas, valdría la pena que el hombre cuide siempre de la descendencia porque desentenderse implica un riesgo muy alto de estar abandonando a la propia descendencia.

 

Fuente: SINC

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