Televisión y educación, una mala combinación

Al parecer hoy en Medciencia nos hemos levantado con ganas de denuncia social, esta mañana mi compañero Roberto denunciaba el sensacionalismo en la prensa científica. Ahora hablaremos un poco sobre cómo, desde hace años, se está “matando” la educación de los niños en este nuestro mundo globalizado.

Estoy segura que mucha gente de las generaciones aproximadamente a partir del año 90 estamos muy acostumbrados a escuchar a nuestros padres hablar sobre como ellos sabían todo sobre geografía, historia, etc … en su educación obligatoria (la cual cabe recordar acababa a los 14 años, y luego muchos se iban a trabajar porque no tenían la posibilidad de continuar estudiando) y como nosotros, en niveles de bachillerato, rozando la mayoría de edad, cada vez sabemos menos sobre la tan importante “cultura general”. Pues bien, en parte esto es porque ellos, o no tenían tele, o no había mucho que ver en ella.

Según datos del sitio web The Online College Course:

  • 1 de cada 3 niños menores de 3 años en USA tiene una televisión en su habitación
  • Un niño “normal” ve un promedio de 1500 horas de televisión al año, mientras que va al colegio 900 horas.
  • Muy pocos de los programas que los niños suelen ver en la televisión (23%) tienen contenido educativo.

Pasar un tiempo excesivo delante de la tele durante la infancia puede llevar a muchos problemas en el desarrollo intelectual y físico de los niños. La televisión les quita un tiempo muy importante cuando son pequeños durante el cual deberían estar relacionándose con otros niños, interactuando con objetos… es decir, aprendiendo a relacionarse con su entorno y con otras personas, desarrollando una mentalidad social. Por otra parte, en lo que nos vamos a centrar es en como demasiadas horas de televisión afectan a la capacidad de los niños para aprender a leer y como la tele llega a sustituir la lectura en la gran mayoría de ellos.

La televisión es un claro ejemplo de comunicación unidireccional, uno se siente delante y automáticamente recibe toda la información, sin esforzarse, sin pensar… esta forma fácil y cómoda de recibir información convierte a los niños en “aprendices pasivos”. Los niños que se aficionan a la lectura de pequeños desarrollan la habilidad de crear y mantener el interés en lo que leen, prestar atención activa a lo que hacen, lidiar con ideas e integrar sus conocimientos en formas de aprendizaje y esquemas de pensamiento en constante evolución. Se podría decir que aprenden a pensar, a hacerse preguntas, a buscar conexiones entre sus conocimientos, a razonar… mientras que quienes sustituyen la lectura por la televisión “coleccionan” ideas que se les proporciona pasivamente.

La revisión de un estudio en el Huffington Post revela que en el top 40 de libros que leen los estudiantes estadounidenses que cursan estudios de grado 9-12, el promedio de libros son de nivel de 5º grado. Otro estudio estableció que el 67% de los estudiantes estadounidenses leen libros por debajo del nivel que les corresponde.

Por suerte o por desgracia (a mi parecer más bien por desgracia) parece que en el mundo en el que vivimos todo lo que se hace en Estados Unidos se convierte en el ejemplo a seguir. Hace mucho tiempo leí una noticia en El País que situaba la educación en España en el puesto 35 de 57 países por detrás de Luxemburgo, Portugal, Italia o Eslovaquia tras una bajada de casi 600 puntos en la comprensión lectora de nuestros estudiantes.

Existen muchos otros factores que intervienen en este retroceso en el nivel escolar (por ejemplo los habituales cambios en los planes de estudios dependientes de los diferentes gobiernos, la privatización de los colegios e institutos compitiendo por obtener mejores cifras sin importar demasiado si los estudiantes las merecen o no…etc). No sé si tendremos padres y madres entre nuestros lectores, pero si los hay, ¡atención a la influencia que puede tener la televisión sobre la educación de los niños y, sobretodo, atentos a la importancia de la lectura!

Fuentes: Psychology Today/ Huffington Post/Online College Courses/El País

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