Identificar a las personas con alto riesgo de suicidio es vital para evitar que finalmente acaben con sus vidas. Por ello, con el paso del tiempo se han asociado una serie de circunstancias con tener una mayor probabilidad de consumar el suicidio. A estas circunstancias se les denomina factores de riesgo, como puede ser tener más de 40 años, ser varón, estar viudo, separado, desempleado, etc.
La manera de detectar a estas personas de alto riesgo podría cambiar radicalmente con un nuevo y simple test sanguíneo, gracias a los resultados que han obtenido los investigadores del Johns Hopkins University, que han sido publicados en The American Journal of Psychiatry.
El gen SKA2 puede ser la clave para detectar el suicidio
Los investigadores se centraron en un gen denominado SKA2. Tomaron muestras de cerebros de personas difuntas, algunas de las cuales estaban mentalmente enfermas, y encontraron que aquéllos que se suicidaron presentaban una reducción en la expresión de ese gen; es decir, a menor actividad de SKA2, mayor probabilidad de suicidio.
Esto puede explicarse conociendo la importante función de ese gen en el cerebro. SKA2 se expresa en la parte más anterior de nuestro cerebro, en la corteza prefrontal, que tiene un importante papel a la hora de inhibir pensamientos negativos y controlar comportamientos impulsivos. Además, interviene en la respuesta de nuestro cuerpo ante situaciones de estrés.
Cuando los investigadores estudiaron este gen más a fondo, se dieron cuenta de que existía una clara diferencia entre unas personas y otras en cómo operaba el gen SKA2. En las personas con mayor riesgo de suicido hallaron unas moléculas que impedían que ese gen se expresara con normalidad. Esto era debido a la metilación, término científico que designa el proceso por el cual esas moléculas silencian a SKA2.
De esta manera, el equipo desarrolló un análisis sanguíneo para detectar esa metilación, ese silencio, que estaba relacionado con un aumento en el riesgo de suicidio. El éxito de este test fue rotundo: consiguieron predecir en la mayor parte de las casos si el individuo estaba experimentando pensamientos de suicidio o si había intentado suicidarse.
Grandes aplicaciones en el futuro
La gran noticia es que este test podría tener grandes repercusiones en diversos ámbitos como bien destacaban los propios autores del estudio.
Por ejemplo, se podría emplear en las consultas de psiquiatría para que los médicos eligieran la mejor terapia para los pacientes con riesgo de suicidio. También podría tener un uso militar, para conocer cómo el individuo respondería ante las situaciones estresantes que se dan en el ejército.
“Hemos encontrado un gen que pensamos que podría ser realmente importante para identificar con seguridad una serie de comportamientos que van desde los pensamientos suicidas hasta los intentos de consumarlo. Necesitamos estudiar esto en una muestra más grande, pero creemos que podríamos ser capaces de analizar la sangre para identificar a las personas con riesgo de suicido”, explica el autor del estudio, Zachary Kaminsky.
Fuente: Johns Hopkins Medicine