Últimamente en medicina están muy de moda los tratamientos genéticos, los minimamente invasivos (como en cirugía, donde se intenta hacer el mínimo daño a los pacientes), y también los tratamientos con virus y bacterias, es decir, usando estos microorganismos a nuestro favor, en lugar de en nuestra contra. Y digo últimamente porque cuando yo empecé la carrera no tenía constancia de su existencia (y aún se usaban radiografías impresas… de eso solo hace 5 años).
Pues bien, entre estos tratamientos usando virus (lo que hoy llamaremos “caballo de Troya”) se encuentra un novedoso tratamiento contra el cáncer de próstata, que ha tenido bastante éxito en experimentos con ratones, y se espera poder confirmar su beneficio en humanos.
Actualmente existen otros tratamientos similares, por ejemplo usando la bacteria de la tuberculosis contra el cáncer in situ de vejiga urinaria (se libera la bacteria, quitando las zonas cancerosas superficiales, como si fuera un “lavado”, y este tumor deja de expandirse… ah, y la bacteria es expulsada por la orina sin más, siempre que no haya complicaciones).
Pues bien, en el caso que os traigo hoy, publicado en la revista Cancer Research, el plan es mezclar virus con células del sistema inmune (leucocitos), en plan “caballo de Troya”, es decir, escondidos entre estas células para que puedan llegar hasta el tumor de próstata e introducirse dentro de él. Esta penetración puede ser todo un problema, según comenta la profesora e investigadora Claire Lewis, de la Universidad de Sheffield.
Hoy por hoy, contra el cáncer se usan tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, que provocan una gran marea de leucocitos o glóbulos blancos, y aquí es donde se introducen los virus:
“Hacemos surf en esa ola para lograr que el mayor número de glóbulos blancos posible transporten los virus que atacarán el corazón del tumor”
Durante la investigación la profesora Lewis y su equipo tomaron muestras de sangre para extraer los macrófagos, la parte del sistema inmune que suele atacar a los agentes externos no bienvenidos para nuestro organismo. Posteriormente, se mezclaron virus con estos macrófagos,convirtiéndose en pasajeros de los glóbulos blancos y pasando desapercibidos hasta llegar al tumor al que debían atacar.
Aunque sólo se introdujeron un par de virus en cada macrófago al inyectarlos a los ratones del estudio, una vez dentro del tumor estos virus se podían replicar. Así, tras 12 horas, los glóbulos blancos estallaron, dando lugar a una explosión de unos 10.000 virus por cada una de las células inmunes. Esta nueva marea de virus acababa matando a las células cancerosas desde el interior.
Eso sí, los investigadores piden cautela, pues estos beneficios de momento sólo se han registrado en ratones, con muy buenos resultados, pero aún no se sabe si funcionará igual de bien en humanos. Se espera que estas pruebas empiecen el próximo año.
Vía: BBC.