Después de casi un mes de descanso (si, la culpa siempre es de los exámenes), vuelvo a la carga con un gran avance medico: el corazón que no necesita latir.
Pero, ¿es esto posible? Según Bud Frazier y Billy Cohn, si, es muy posible. Estos dos individuos han desarrollado una bomba que remplaza totalmente el corazón, permitiendo el flujo sanguinio, pero sin ninguna necesidad de reproducir también sus latidos.
La explicación de todo el proceso sobre los corazones artificiales se puede encontrar en el extenso artículo de Popular Sciente, donde se cuenta la historia desde el primer trasplante de corazón (en el año 1964, gracias al Dr. Hardy, como ya os conté aquí), hasta esta última modificación de la técnica, donde además de ser un corazón artificial (y no trasplantado), no necesita latidos para funcionar. Como comentan Frazier y Cohn:
“Estamos al borde de resolver el problema de los corazones artificiales. Lo único que teníamos que hacer era eliminar el pulso”.
Como ya he comentado, los corazones artificiales no son algo nuevo. Hace unas semanas apareció en las noticias un hombre que sobrevivía con un corazón totalmente artificial que funcionada con una batería. Desgraciadamente, unos días después y en el mismo canal de televisión, se anunció la muerte de este paciente.
La diferencia y el avance de esta nueva bomba es que su sistema no necesita reproducir los latidos naturales del corazón, ni asistirlo, simplemente lo sustituye totalmente.
Para llegar a este punto, se utilizan una adaptación del HeartMate II, con dos bombas que caben en un puño, conectadas a una batería. Como dicen sus inventores en la entrevista, con este sistema se vence el principal obstáculo de los trasplantes artificiales, la duración y vida del corazón. Para comprobarlo, tienen varias bombas funcionando hace años, sin ninguna señal de déficit funcional o deterioro.
Las primeras pruebas de este nuevo avance se hicieron en terneros, primero asistiendo un ventrículo del corazón, y más adelante reemplazando el corazón por completo. ¡Actualmente existen tres pacientes que viven con esta nueva generación de corazones que no laten!
Según dicen Frazier y Cohn, la implantación es tan simple que esperan usarlo en más de 100.000 pacientes por año. Es increíble como avanza la ciencia en relativamente tan poco tiempo, ¿verdad?
Vía: Alt1040.