Nuestra vista no es perfecta, ni siquiera en las personas que no necesitan gafas. Siempre hay cosas que se escapan a nuestra percepción. Nuestro cerebro interpreta la información lumínica que nos llega a través de la vista basándose en diferencias de contraste o de contornos. Dicho de otra manera, nuestro cerebro está diseñado para ver los cambios. En teoría, si mantuviéramos la vista completamente fija en una escena sin movimiento, nuestro cerebro al no tener diferencias que interpretar no deberíamos ver nada. En la práctica no sucede así porque nuestros ojos tienen una ligera vibración imperceptible, lo que aporta las diferencias necesarias para poder seguir viendo, a pesar de creamos que tenemos la mirada fija.
Pero aun así, a nuestro alrededor hay pequeños cambios de color o pequeños movimientos que no son suficientes para que las neuronas de nuestro cerebro se activen y podamos verlos. Por ejemplo, nuestra piel tiene una gran cantidad de vasos sanguíneos por los que circula sangre, y cada vez que nuestro corazón late nuestra piel renueva su sangre, lo que se traduce en una ligera coloración roja (parecida a la que les sucede a ciertas personas cuando tienen vergüenza). Este cambio de color es muy sutil y muy rápido, siendo imposible de ver. Al menos hasta ahora.
El pasado verano un equipo del MIT creó un algoritmo para detectar estos pequeños movimientos y cambios de color a partir de un vídeo. El algoritmo, llamado Magnificación Aureliana de Vídeo, mide la intensidad de color en cada fotograma del vídeo, detecta estos cambios invisibles para el ojo y los exagera para poder ser observados. El programa funciona sorprendentemente bien y tuvieron tantas peticiones para utilizarlo que los desarrolladores hicieron el código público, permitiendo ser usado por cualquiera.
Aqui tienes un vídeo con una entrevista a los desarrolladores (en inglés) y varios vídeos de ejemplo, realizado por The New York Times:
Lo divertido es experimentar, por eso en la página de Quanta Research Cambridge te dejan aplicar el programa al vídeo que quieras. Para hacerlo hay que tener en cuenta varias cosas. No hace falta una cámara especial ni nada por el estilo, puedes grabar un vídeo con tu móvil mismo (aunque hay que tener en cuenta que cuanto mayor definición tenga el vídeo, mejor funciona el análisis). El programa amplifica los movimientos pequeños pero se ve afectado por los movimientos amplios, así que lo mejor es evitarlos. Sube un vídeo con poco movimiento para comprobar qué movimientos invisibles existen en él.
Aquí tienes algunas ideas para jugar con el programa:
- Comprobar tus constantes vitales grabándote a ti mismo. Si grabas un primer plano de tu cara estando muy quieto es posible observar el cambio de coloración en tu cara y detectar tu pulso cardíaco. Si además te grabas de perfil descubrirás un pequeño movimiento que también es imperceptible pero importante: el ritmo respiratorio. Se estudia usar el programa para detectar las constantes vitales de los recién nacidos, sensibles a ser conectados a un aparato de medición.
- Comprobar la estabilidad de una obra viendo vibrar su estructura. Si grabas una grúa un día de viento podrás comprobar su vibración, algo que no suele ser visto a largas distancias. Por eso el programa puede ser usado para evaluar la estabilidad de edificios y estructuras viejas o a medio construir.
- Ver como se mueve tu ojo. Al hacer un primer plano de tu ojo podrás ver los movimientos imperceptibles de los que he hablado al comienzo del artículo. Gracias a estas pequeñas vibraciones nuestro cerebro recopila información suficiente para mantener una imagen fija.
- Probar con películas. Si te da pereza grabarte a ti mismo y sabes de alguna escena de película en la que un actor este quieto (por ejemplo haciéndose el dormido o el muerto) es posible subir el vídeo y detectar la pulsación cardíaca y respiratoria del actor.
Y así con miles de aplicaciones más. Este es un buen ejemplo de como un pequeño avance en la investigación puede convertirse en una herramienta útil para múltiples campos, desde la sanidad (imaginemos detectar mejor los temblores tempranos del Parkinson) hasta en psicología (registrar las microexpresiones que realiza una persona al mentir). Te dejo que crees tu propia aplicación. Disfruta del programa.
Fuente | Popular Science