La nave espacial New Horizons de la NASA se acerca inexorablemente a su objetivo, a Plutón y sus lunas, y cada vez son más nítidas las fotografías que nos envía desde los rincones más periféricos del Sistema Solar. Las nuevas imágenes de Plutón han supuesto todo un revuelo que ha dado mucho que hablar en las últimas horas porque aparecen… ¡un corazón y una ballena! Efectivamente, con ese gesto tan romántico nos da la bienvenida Plutón a su hogar.
Dejando las bromas a un lado, es obvio que únicamente se tratan de estructuras que nuestro cerebro identifica fácilmente con formas familiares. Así funciona nuestro cerebro, y este efecto se ha estudiado mucho en el campo de la psicología recibiendo el nombre de pareidolia.
A pesar de que la sonda New Horizons “solo” se encuentra a unos cinco millones de kilómetros (esa distancia en astronomía es bastante pequeña), aún no podemos distinguir con claridad lo que estamos viendo en Plutón y su luna principal Caronte, solo formas vagas e imprecisas.
Esto pronto se resolverá puesto que, a medida que pasan los días, las fotografías captadas por la sonda New Horizons son más nítidas. No olvidemos de que estas son las mejores imágenes que tenemos de Plutón y Caronte, nunca antes habíamos podido contemplar tan bien estos enigmáticos mundos.
Por cierto, una curiosidad para proporcionar más romanticismo al encuentro que tendrá lugar en los próximos días. A bordo de la nave espacial New Horizons viajan las cenizas del descubridor de Plutón, Clyde Tombaugh.
Nuestra ignorancia acerca del Sistema Solar
Es increíble lo poco que sabemos de Plutón y del lugar en el que se encuentra, el cinturón de Kuiper (como un cinturón de asteroides pero situado más allá de Neptuno). Por eso, esta misión es única y de una gran relevancia científica ya que no tenemos ni idea de lo que nos vamos a encontrar allí. Quién sabe si Plutón tiene un océano de agua líquida en su interior como en otros mundos del Sistema Solar.
Cuando uno coge los libros de texto y echa un vistazo al Sistema Solar, da la sensación de que la comunidad científica sabe mucho del tema. No puede estar más lejos de la realidad, pues son muchísimos los misterios que aún perduran y que nos recuerdan nuestro nivel de ignorancia en este campo. Por ejemplo, para nada se descarta la posibilidad de que exista vida extraterrestre en nuestro vecindario, e incluso en Marte es posible que los robots estén caminando sobre ella con la impotencia de no tener los instrumentos necesarios para detectarla.
Aun así, los conocimientos que tenemos del Sistema Solar se han incrementado de manera espectacular en las últimas décadas gracias, sobre todo, a la era de la exploración espacial. Éste es el primer paso a realizar que desemboca inevitablemente en la siguiente gran conquista; en el futuro, serán los seres humanos quienes investiguen esos lugares en lugar de robots enviados desde la Tierra.