El hombre es un animal de costumbres, pero aplicarlo al sexo no es una buena idea. Para mantener en deseo vivo en una relación de pareja requiere esfuerzo, novedad y misterio. A la larga, tarde o temprano, si no tenemos esto en cuenta, la rutina acaba por llegar a nuestras vidas sexuales, y en muchas ocasiones, la mata.
Es normal sentir épocas de menos apetencia, donde nuestro deseo o el de nuestra pareja disminuye, pero está en nuestras manos cambiarlo. Caemos en el error de dejar pasar el tiempo como si nada… Recuerda: el deseo llama al deseo, y si no hay deseo o no lo buscamos, éste tiende a desaparecer.
Esto suele ocurrir porque nos encontramos en nuestra zona de confort y nos cuesta salir de ella. Es decir, nos quedamos dentro de nuestros límites donde estamos cómodos, dentro de lo conocido, lo seguro, me siento relajado, me funciona, me es familiar y no quiere esfuerzo por mi parte, ni inquietud ni molestia. Trasladándolo al sexo podría entenderse como: los sábados por la noche estamos libres y tenemos encuentros eróticos, en la habitación y normalmente en las 2 o 3 posturas de siempre, con las mismas prácticas y en el mismo orden. Pensar en hacerlo de otra manera nos da pereza y ¿para qué cambiarlo si así está bien?
He aquí el principal problema: no hay novedad, todo es previsible, sabemos cuándo empezamos y cómo acabará. Esto se conoce como rutina, y la rutina conlleva al aburrimiento, lo que significa dejar de crecer a nivel sexual, con uno mismo y con la pareja.
¿Qué podemos hacer para salir de la rutina?
La novedad a veces puede asustarnos, pero a la vez excitarnos: nos adentramos en lo desconocido, es misterioso, es diferente. En este aspecto la comunicación en pareja es fundamental, podemos expresar nuestros deseos y necesidades y a la vez escuchar los de nuestra pareja. No debemos tener miedo a expresarlos, puede que nuestra pareja no los comparta o nosotros no compartamos los suyos, pero siempre se puede llegar a un consenso. Recuerda: el sexo es algo divertido y placentero, no debemos obligarnos ni obligar a nadie a hacer algo que realmente no le apetece ni le excita.
Tampoco debemos caer en la inercia de decir que no a todo lo nuevo, cerrarnos puertas y no probar cosas diferentes que harán que nuestra vida sexual pueda crecer y ser muy excitante y placentera. Existen muchas prácticas y cosas muy diferentes que pueden ayudar a mejorar nuestra vida sexual, he aquí algunas de ellas:
- Vendarse los ojos y/o atarse
- Masturbarse delante de la pareja, o uno delante del otro
- Practicar sexo oral, hacerlo en diferentes posturas
- Utilizar lubricantes de sabores, efectos calor frío, etc.
- Utilizar algún juguete erótico: aro vibrador, consolador, masajeador, etc.
- Cambiar varias veces las posturas sexuales durante la penetración
- Hacerlo fuera de la cama, en cualquier otra parte de la casa
- Hacerlo en algún lugar que no sea tu casa
- Arriesgarse a ser descubiertos por alguien
- Estimular la zona de G de la mujer
- Estimular la zona P del hombre
- Practicar sexo anal, con lengua, manos, pene o juguetes
- Jugar con comida
- Decir obscenidades
- Hacer un striptease
- Hacerse fotos eróticas y enviárselas a tu pareja
- Grabarse mientras se mantienen relaciones sexuales
- Practicar sexo telefónico
- Practicar cibersexo
- Elaborar fantasías sexuales juntos
- Jugar a juegos de mesa eróticos que proponen nuevos retos sexuales
- Leer un relato erótico juntos o visualizar una película erótica
- Utilizar disfraces y jugar a juegos de rol
- Acudir juntos a un sex shop
- Comprarse ropa interior sexy
- Hacerse masajes eróticos
- Observar a alguien mientras mantiene relaciones sexuales
- Practicar sexo con más de una persona
- Intercambio de parejas
- Acudir a un local de baile erótico
- Asistir a algún show/festival erótico
- Etc.
La imaginación juega un papel fundamental. Lo importante es innovar y que cada pareja aprenda a disfrutar de su sexualidad de muchas formas diferentes. Esto no implica que en cada encuentro erótico tenga que haber una práctica diferente, tengamos que comprar un juguete nuevo o tengamos que planearlo, significa que existen muchas otras cosas que pueden ayudarnos a salir de nuestra rutina sexual y hacerla más excitante.
Fuente: Deseo