Si, lo sé, es una característica un poco rara para observar y estudiar, y por si fuera poco relacionarla con la fidelidad. Pero parece que existe correlación entre el tamaño (de los testículos, esta vez) y la fidelidad, al menos en el reino animal.
Según un estudio realizado por los científicos de la Universidad de Oslo, aquellos machos con los testículos de mayor tamaño eran más propensos a ser infieles que los que tenían estas protuberancias anatómicas más pequeñas.
Por lo que se dice en este estudio, los primates con mayor tamaño testicular eran más propensos a la infidelidad. Así lo explica el profesor asistente Petter Bockman, de la Universidad de Oslo:
“Podemos determinar el grado de fidelidad de la mujer mirando el tamaño testicular de los machos. Cuanto menos fieles son las hembras, más grandes son los testículos del macho”
“Si el macho solo tiene una hembra para fertilizar, y no hay competencia, solo necesita unos pocos espermatozoides para llegar al óvulo. Pero si la hembra tiene más compañeros sexuales, es más inteligente para ella dejar que haya más competidores en la carrera”
Así pues, según explican estos investigadores, el macho necesitará un mayor tamaño testicular para tener más espermatozoides y poder competir con el resto de los machos de la camada.
Como curiosidad, el profesor Bockman comenta que los bonobos tienen los testículos particularmente grandes, ya que se aparean en grandes grupos, mientras que los gorilas los tienen más pequeños.
“Hay un flujo abundante de esperma. Por tanto, los que dejan la mayor cantidad de esperma tienen más oportunidades de acabar engendrando descendencia”
“En los grupos de gorilas solo hay un macho, con un pequeño harén, pero no tiene necesidad de competir con otros machos por lo que sus testículos son pequeños”
Eso si, cabe destacar que el estudio también encontró que a mayor tamaño de testículos, también se incrementa el riesgo de sufrir cáncer testicular. ¡Ah! Y parece ser que el tamaño del macho también influye, pues por ejemplo en los saltamontes los testículos ocupan hasta la mitad de su masa corporal. Y por su parte, los erizos de mar, los tienen aún más grandes, pues al tener que reproducirse en medio del océano deben aumentar su probabilidad de engendrar descendencia.
Por nuestra parte, en la especie humana, los testículos son 1,5 veces más grandes que en los gorilas. Según comenta el profesor Bockman:
“Esto muestra con claridad nuestro tipo de vida. No somos como los chimpancés, donde la hembra tiene cuatro o cinco parejas sexuales cada vez que está en celo, pero siempre hay cierta probabilidad de que aparezca el “vecino macho” de alrededor”
Finalmente, según este estudio, los testículos más grandes no solo se dan en especies donde se produce bastante infidelidad, sino también en aquellas especies donde el macho mantiene muchas relaciones sexuales con varias mujeres. Por ejemplo, los leones macho (con unos testículos bastante grandes) tienen que aparearse con todas las hembras cuando están en celo cada media hora durante tres días, que ahí es nada.
Vía | The Telegraph.