¿Tiene una fresa ecológica mayor concentración de nutrientes, como vitamina C, que una fresa comercial? Quizás sí… o quizás no.
Investigadores de la Universidad de Stanford parecen posicionarse más sobre el “quizás no”, al encontrar “poca evidencia de beneficios para la salud de los alimentos orgánicos“, tras una exhaustiva búsqueda de estudios e investigaciones acerca de alimentos orgánicos y no orgánicos.
En este meta-análisis, se han revisado en total más de 200 estudios publicados desde hace 40 años hasta la actualidad y se ha llegado a la conclusión que de promedio, las frutas y verduras etiquetadas como ecológicas no poseen más nutrientes que las convencionales que tienden a ser mucho más baratos. Sin embargo, sí cabe señalar que una conclusión del estudio fue que los productos ecológicos contenían mayores niveles de fósforo que los no orgánicos, pero no se le ha dado trascendencia debido a que solemos ingerir unas cantidades suficientes y es poco probable que los mayores niveles de los productos orgánicos confieran algún beneficio para la salud.
Además los órganicos tampoco parecen ser menos propensos a estar infectados por bacterias como la E. coli. En cuanto a las carnes ecológicas, los investigadores tampoco encontraron ninguna mejora reseñable para la salud.
Eso sí, los niveles de pesticidas de las frutas y verduras convencionales eran mayores aunque según comentan los investigadores, casi siempre se han encontrado dentro de los límites de seguridad permitidos.
Las palabras de la Dr Dena Bravata, autora principal del estudio, dejan entrever cierta sorpresa por los datos obtenidos
“Cuando comenzamos este proyecto, pensamos que probablemente habrían algunos hallazgos que apoyaran la superioridad de los alimentos ecológicos frente a los alimentos convencionales. Definitivamente creo que no esperábamos estos resultados”
Las conclusiones de esta investigación publicada en la revista Annals of Internal Medicine incentivarán, casi con toda seguridad, el arduo debate sobre si los alimentos ecológicos son una opción inteligente para una vida más sana o simplemente son una herramienta más de marketing. De hecho algunos defensores de la “alimentación ecológica, orgánica y natural” como la Soil Association ya señalan que la investigación no es concluyente y que se necesitan más y mejores investigaciones pues ninguno de los estudios en humanos analizados se llevó a cabo durante más de dos años.
La Dr. Bravata sí se muestra de acuerdo con las personas que consumen alimentos ecológicos por razones como la preocupación acerca de los efectos de los plaguicidas en los niños pequeños, el impacto ambiental de la agricultura a gran escala convencional y la amenaza potencial para la salud pública si los genes resistentes a antibióticos de ciertas bacterias pasan a los patógenos humanos. Sin embargo, sentencia que “No hay mucha diferencia entre los alimentos ecológicos y convencionales, si se es adulto y se toma una decisión basada únicamente en la salud”
Vía| NYTimes
Imagen| Gastronomiaycia