Estudios recientes de la Universidad Simon Fraser de Norte América demuestran que el temido Virus de la Inmunodeficiencia Humana, o Virus del SIDA, se está adaptando lentamente a nosotros, acercándose al concepto de enfermedad crónica.
El VIH pertenece a la familia de los retrovirus, que presentan un mecanismo de replicación inusual que siempre ha supuesto un quebradero de cabeza para la comunidad científica, ya que difiere de los otros mecanismos conocidos en otros virus, y por ello complica el tratamiento. El uso de medicamentos antirretrovirales nos ha permitido conocer las diferentes respuestas que presenta el sistema inmune, ampliando el abanico de posibilidades de las que disponemos para enfrentarlo.
El VIH, un virus con más de 30 años de historia
Los estudios sobre el VIH llevados a cabo por esta universidad datan desde 1979, es decir, desde el inicio de esta epidemia hasta nuestros días. En su momento el equipo de investigación reconstruyó el VIH ‘primordial’, cuya secuencia correspondería al que inicio la epidemia y a partir de él evaluaron las mutaciones que la cepa había sufrido. El conocimiento de estas mutaciones nos permite predecir la resistencia de dicha cepa frente a los diferentes fármacos, y con ello la elaboración de un posible tratamiento en el que no aparezca resistencia alguna.
La alarma social generada en la década de los 80′s no se había visto frenada hasta comienzos del siglo XXI, gracias a numerosas campañas de prevención frente a dicha enfermedad y a las diferentes investigaciones del tratamiento. Aunque no existe una vacuna definitiva, conocemos que esta lucha no ha dado tregua, y que no es descabellada la idea de un tratamiento definitivo.
Pero no todo es campo de rosas, como Zabrina Brumme, doctora de la Universidad Simon Fraser comenta:
“El VIH se adapta a la respuesta inmune de diferentes formas. En teoría, esto podría ser una mala noticia para la inmunidad del huésped – y las vacunas – si dichas mutaciones llegan a extenderse a la población, se complicaría nuestra capacidad para enfrentarnos a esta enfermedad”
En definitiva, el número de muertes a causa del sida están experimentando un continuo retroceso, y cada vez encontramos mejores formas de tratarlo, podemos decir con certeza, que será una enfermedad con la que podremos convivir. Sin embargo, habrá que andar con ojo, pues igual que siempre decimos que el cuerpo humano es sabio, los virus y demás microorganismos también parecen serlo.
Fuente | ScienceDaily