Los auriculares han evolucionado mucho a lo largo del tiempo, hoy en día tenemos desde los grandes que insonorizan nuestro oído hasta los pequeños y dicretos auriculares de botón que llevamos más habitualmente. Sin embargo todos ellos funcionan bajo la misma idea: emitir sonidos a nuestro oido.
El sonido realmente es una onda. Si tiras una piedra a un lago, verás como a su alrededor se forman unas ondas que se alejan del sitio de caída de la piedra. Cuando escuchamos una guitarra la cuerda vibra y hace que el aire de su alrededor también se mueva en forma de onda (igual que en el lago). Al llegar esa vibración a nuestro oído, el aire mueve el tímpano y transmite la onda, luego la vibración viaja a través de todo el oído interno y acaba siendo interpretado por nuestro cerebro como una nota musical. En el caso de los auriculares, el sonido se produce en el altavoz, viaja a traves de una corta región de aire y golpea nuestro tímpano. Pero, ¿existe otra manera diferente de recibir un sonido?
La física nos da una pista. Las ondas sonoras no solamente pueden viajar por el aire, también por líquidos y sólidos, y lo hacen mucho mejor que por el aire. Si estás en el interior de una piscina olímpica y en el otro extremo está tocando una orquesta sinfónica submarina (cosas más raras se han visto), podrás oirles perfectamente a más distancia de las que les escucharías desde el aire. Y en sólidos la velocidad a la que viaja el sonido es mayor aún, si pruebas a poner el oido en un armario y darle golpecitos, los oirás más alto y con mayor claridad que a distancia. Si esto es así, ¿no sería posible inventar unos auriculares para que el sonido viaje por algo más eficiente que el aire?
La empresa VoxLinc ha inventado unos auriculares que emiten el sonido a través de tus pómulos. El auricular deja el oído completamente libre y se adhiere a las mejillas, mandándoles la onda de sonido para que sea conducida a través de tus huesos hasta el oído interno directamente sin pasar por el tímpano. Parece raro que el sonido pueda viajar a través de tus huesos pero sucede todos los días: cada vez que hablas en voz alta el sonido producido por tus cuerdas vocales viaja a tu propio oído a través de los huesos de tu cabeza. Por eso tu voz te suena diferente si hablas o si la escuchas grabada. Al hablar en voz alta el sonido de tu voz es doble: el que llega por los huesos (que modifica un poco tu tono de voz, lo que han considerado y contrarrestado en los auriculares) y el que llega a través del aire (el tono de voz que escuchan los demás).
Estos auriculares te hacen escuchar sonidos sin usar el tímpano, de manera que los sonidos del exterior pueden seguir oyéndose. Por eso inicialmente los auriculares AfterShokz (así se llaman) se diseñaron para uso militar, permitiendo a los soldados recibir órdenes escuchando el ruido a su alrededor por si se acerca un enemigo. Actualmente se está orientando hacia otro tipo de sujetos con problemas similares: los ciclistas. Así ellos pueden escuchar canciones y el sónido del tráfico.
Actualmente, se ha sacado un modelo que se usa en medicina: existe gente sorda por tener el tímpano o ciertas estructuras del oído dañado, pero cuyo oído interno esta intacto y funciona con normalidad. En este tipo de casos los auriculares funcionan como audífono, saltándose toda la estructura dañada y haciendo que el sonido llegue al cerebro.
Los dispositivos de sonido empiezan a evolucionar, quizá el futuro sea este tipo de auriculares, pero, ¿dónde está el placer de escuchar música para ignorar el ruido de tus vecinos?
Fuente | Scientific American