Cada vez son más las posibles aplicaciones que le encuentran al cannabis, de hecho hemos visto muchos de ellos en MedCiencia. En un principio puede resultar una atrocidad, por ser una droga de uso habitual; pero, como sabéis, son muchas las sustancias consumidas como drogas que, a unas dosis determinadas, se pueden convertir en medicamentos capaces de salvar millones de vidas. Por eso, no debemos olvidar que el cannabis, más allá del cigarrito de la risa, supone la base de tratamientos muy interesantes. Hoy os vamos a hablar de uno de ellos: el uso del cannabis para tratar el estrés postraumático.
¿Qué es el estrés postraumático?
Antes de adentrarnos en el tratamiento, veamos en qué consiste la afección que se va a tratar. Se trata de un trastorno mental caracterizado por la aparición de una serie de síntomas característicos justo después de la exposición a una situación extremadamente traumática. Entre estos síntomas se encuentran los recuerdos angustiosos recurrentes, que a menudo se presentan de manera continua en pesadillas. Éstos llegan a interferir plenamente en la vida del paciente, que evade actos anteriormente cotidianas para evitar revivir el sentimiento de angustia. A veces aparece también amnesia selectiva, de modo que son incapaces de recordar momentos concretos de la situación que causó el trauma.
El sistema endocannabinoide
En general, todos los síntomas del estrés postraumático están directamente relacionados con las sensaciones de miedo, ansiedad y estrés. Se sabe que el sistema endocannabinoide actúa en todas las regiones del cerebro implicadas en estos procesos, por lo que un grupo de científicos, entre los que se encuentra Rafael Maldonado, de la Universidad Pompeu Fabra, participó a finales del año pasado en una revisión sobre este tema, que fue publicada en la revista Nature Reviews Neuroscience.
El componente principal de este sistema es el receptor CB1R, al que se unen los cannabinoides, que pueden ser de dos tipos; exógenos, como el tetrahidrocannabinol de la marihuana, y endógenos, producidos por nuestro organismo de manera natural. Por lo tanto, si estos componentes se unen al receptor, tendría lugar un incremento de actividad en el sistema endocannabinoide, dando lugar a una disminución de la ansiedad. Además, está sobradamente demostrado que el cannabis inhibe la sensación de miedo e incluso favorece la contención de los recuerdos vinculados a situaciones traumáticas (fear memory), por lo que sería el tratamiento perfecto para este tipo de trastornos.
Posible tratamiento
Hasta aquí todo va bien; el problema surge con los indeseados efectos secundarios de los cannabinoides exógenos. Por eso, actualmente existen diversos estudios que intentan minimizarlos. Además, también es muy importante controlar la dosis, pues se ha comprobado que bajas dosis de cannabinoides son beneficiosas, por todo lo anteriormente mencionado, pero si la dosis se aumenta de una forma significativa, se produce el efecto contrario, dando lugar a una mayor sensación de estrés y miedo.
En el momento que estos problemas puedan ser solventados podríamos estar ante un tratamiento capaz de ayudar a pasar página a aquellas personas que han pasado por un duro golpe en sus vidas. Y todo gracias al cannabis. No nos dejemos llevar sólo por una de las caras de la moneda.
Fuente: Nature reviews
Vía: Agencia Sinc
Imagen: Slidshare