En los últimos meses, el tema de los cigarrillos electrónicos está creando bastante polémica. Por ejemplo, para la OMS no era seguro su uso hace unos meses, por su falta de regulación, pero recientemente Europa si ha llegado a este punto de regulación, asignándoles la categoría de productos medicinales. Por tanto, aunque en España seguimos sin una regulación clara al respecto, si podemos decir que poco a poco su uso es más seguro e informado. Pero, ¿qué dicen los estudios al respecto? Echemos un ojo al asunto, pues hay estudios a favor y en contra de los cigarrillos electrónicos.
Cigarrillos electrónicos, ¿una manera eficaz de abandonar el tabaco?
Por un lado, respecto a las investigaciones a favor de los cigarrillos electrónicos como método para abandonar el tabaco, tenemos un estudio publicado en The Lancet donde se hizo un seguimiento de 657 participantes en Auckland, Nueva Zelanda, comparando el uso de e-cigarrillos con nicotina, parches de nicotina comunes y e-cigarrillos placebo (sin nicotina) durante seis meses y su potencial como instrumento para poder dejar el tabaco.
Tras un análisis randomizado, se descubrió que hasta un 7,3% de los que usaron cigarrillos electrónicos con nicotina y un 4,1% de los que usaron cigarrillos placebo habían conseguido dejar de fumar, en comparación al 5,8% de los que habían usado parches con nicotina. En comparación, tanto los cigarrillos electrónicos con nicotina como los cigarrillos placebo eran superiores como método para dejar el tabaco, aunque no de una manera suficientemente potente como para decir que es algo significativo. Eso si, los efectos adversos que podemos esperar con los parches de nicotina no existían en los e-cigarrillos.
Además, el estudio afirma que no se produjeron efectos adversos significativos, como se anunciaba recientemente con un caso se neumonía lipoidea causada por los cigarrillos electrónicos en España, algo ilógico pues no hay correlación alguna científicamente demostrable, como explicaremos ahora.
Cigarrillos electrónicos, ¿perjudiciales para la salud?
Por una parte, respecto al caso de la neumonía causada por los e-líquidos de los cigarrillos electrónicos, se afirmó a bombo y platillo que eran los culpables, ya que usan un componente químico llamado glicerina para vaporizar sus sustancias por el dispositivo. Según los grandes medios, este lípido se habría ido acumulando en los pulmones de un paciente de 50 años, gran fumador, hasta provocarle la neumonía.
Pero por lo visto hay cierto error químico en todas estas noticias, pues la glicerina o glycerol es un alcohol, y no un lípido, por lo que no puede provocar una neumonia lipoidea, como bien comenta el Dr. Konstantinos:
“Recuerden que el glycerol (la substancia que previsiblemente habría causado la neumonía al paciente) es un elemento de la familia de los alcoholes, no un lípido; y por tanto es imposible que sea el responsable de la patología, incluso aunque se hubiera aspirado en forma líquida. Eso sería violar las leyes de la química”
“Las declaraciones mencionadas en los medios sobre el caso en España están exponiendo a los científicos, que están obligados a conocer y comprender las leyes básicas de la química”
Como comenta este especialista, las causas de una neumonía de este tipo suelen ser otras, como el reflujo gastroesofágico, la aspiración de la aspiración de lubricantes basados en vaselina para intubación o colocación de sonda nasogástrica, por ejemplo. Los medios se hacían eco de un estudio que fue publicado en 2012 en la revista Chest, donde se culpaba también al vapeador, pero se retractaron unas semanas después, pues la neumonía de dicho estudio había sido provocada por un inhalador de albuterol (el conocido Ventolín).
Finalmente, tenemos el caso de un reciente estudio publicado en JAMA Internal Medicine, donde se afirma que los e-cigarrillos no ayudan a dejar de fumar, y dejan claro que hace falta más investigación al respecto para cantar victoria. Según dicho trabajo, a cargo de Pamela Ling, de la Universidad de California, tras hacer una encuesta online a 949 personas llegaron a la conclusión de que usar cigarrillos electrónicos o no usarlos no cambiaba la probabilidad de dejar el tabaco, como se suele anunciar. Cabe destacar que el estudio consistió en una encuesta de hábitos de vida, sin más, y los investigadores se quejan sobre todo de la falta de regulación de estos dispositivos. Pero, como os hemos comentado al principio, en Europa ya existe tal regulación, algo que es necesario también en España, pero ya es un paso adelante.
A partir de aquí, podéis sacar vuestras propias conclusiones. Lo que si es evidente es que, como en muchos otros ámbitos, hará falta seguir investigando.
Vía | The Lancet, Scientific American, RTVE, Noticiario de Arteixo.