La vida es como es y, por mucho que lo intentemos, habrá cosas que no podamos controlar, problemas que no podamos evitar. La vida implica experiencias negativas y situaciones difíciles de las que ninguno nos podemos librar. Lo que SÍ podemos hacer es decidir cómo nos enfrentamos a esos problemas.
El artículo de hoy pretende ser una pequeña guía de cómo enfocar la vida en estas situaciones, cómo crear una filosofía positiva que nos ayude como estrategia de afrontamiento para superar los problemas, para crecernos en la adversidad. Y esto lo podemos hacer a través del pensamiento y el lenguaje interno. Es por ello que hoy os mostramos cinco frases con las que guiarnos a través de las dificultades.
1- Haz lo que te haga sentir bien contigo mismo
Vive según tus propios valores. Respétate y respeta aquello en lo que crees. Cuando estés en una situación difícil, en la que no sepas que decisión tomar y los demás no puedan ayudarte, mira dentro de ti y haz lo que te haga sentir bien a ti, en ocasiones esa será la mejor decisión.
2- Hazlo lo mejor que puedas
Nadie es perfecto, buscar la perfección solo puede llevar a la frustración, en cambio buscar ser todo lo perfecto que uno pueda ser, es decir, hacerlo lo mejor posible, es una idea mucho más certera. Siempre que hayas hecho todo lo posible, habiendo puesto el esfuerzo y la intención, si al final no sale como esperabas es porque no estaba en tus manos, y al menos sabes que puedes estar tranquilo en ese aspecto.
3- Crea tus propios estándares y normas, y trabaja según ellos
Uno debe tener normas personales, límites, reglas, porque son en base a las cuales guiamos nuestras vidas. Debes saber qué tipo de persona quieres ser, que quieres que te defina y que clase de cosas entran dentro de ser o no ser de esa manera, para así poder evitar todo aquello que se salte las normas y te aleje de tus objetivos y de quien deseas ser. Estas normas y estándares son personales, diferentes para cada uno, y además no tienen por qué aplicarse a todo o estar para todo, estarán en las áreas vitales que más nos importen. Tenerlos te ayudará en muchas situaciones difíciles en las que necesites guía, orientación o autoconocimiento para poder superar el problema. En ocasiones serán preventivos y te evitarán muchos problemas y situaciones negativas.
4- Haz aquello que tenga sentido para ti
La vida está llena de situaciones en las que no hay ni bien ni mal, en las que no hay una respuesta clara o “correcta”, y en estas situaciones lo mejor es hacer lo que tiene sentido para uno mismo. Tu eres tú, no vivas tu vida en base a lo que piensan o harían los demás.
5- Acepta los errores y aprende de ellos
Arriesgarse a veces es necesario, puede que fracasemos pero ello será un aprendizaje del cual creceremos. Uno no debe rendirse, todo fracaso implica aprendizaje, todo error implica saber algo nuevo. Una vez somos adultos esta es la única forma que tiene la vida de enseñarnos lecciones. Si dejas de hacer cosas por miedo nunca sabrás que podría haber pasado.
Este tipo de creencias, pensamientos y autodiálogo te ayudan a crear un “yo” más fuerte, una identidad. Implican adentrarte en un buen autoconocimiento y subir la autoestima y la autoeficacia. Cuando tomes una decisión lo harás con más confianza, dudaras menos y serás más independiente y resolutivo.
Fuente: Psychology Today.
Imagen: Flickr.