Hace algunas semanas hablábamos de las sensaciones que nos transmite el contemplar la naturaleza y disfrutar de ella. España es un país con gran riqueza en lo que a medio ambiente se refiere, teniendo declarados a día de hoy, 14 Parques Nacionales.
Estos Parques, no solo poseen valores estéticos, paisajísticos, educativos y científicos, sino que destacan como agentes de concienciación social, desarrollo sostenible, formación de profesionales, educación de escolares, permitiendo además el intercambio de información y experiencias con otras redes o programas internacionales.
De los 14 entornos protegidos que mencionábamos antes, las Islas Canarias (destino que me gustaría visitar en breve), cuentan con gran representación, siendo 4 los que se encuentran en la lista principal: Caldera de Taburiente, Garajonay, Teide y Timanfaya.
¿Qué ocurre en estos espacios protegidos de Canarias?
En el año 2009, la Administración Central del Estado, traspasó la gestión y organización de sus 4 Parques Nacionales al Gobierno de Canarias. A partir de dicha fecha, los presupuestos destinados a la conservación de estos espacios naturales, ha descendido en gran manera.
En el Proyecto de Ley de Presupuestos para 2013 de la Comunidad Canaria (aprobado el día 29 de diciembre del 2012) se observa una reducción del 58% de los recursos económicos destinados al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente (La Palma) o del 70% en los del Teide (Tenerife), Timanfaya (Lanzarote) y Garajonay (La Gomera). En este último espacio protegido, se pone en peligro la recuperación de gran parte del mismo, afectada por el incendio de finales del año pasado.
¿Son rentables económicamente?
Los Parques Nacionales de Canarias son visitados cada año por 6 millones de personas. En el 2011 el Parque Nacional del Teide fue el más visitado de España, 2.731.484 de visitas, mientras que el Parque Nacional de Timanfaya con 1.549.003 visitantes se situó en tercer lugar.
Si bien es cierto que como nos han informado desde las oficinas centrales del Parque Nacional del Teide, no se cobra por entrar, no habiendo ingresos por esta parte; en el Parque hay empresas privadas que gestionan restaurantes, teleférico, etc. que sí cobran y generan ingresos económicos de los casi 3 millones de turistas que lo visitan. No me imagino la situación de que todo el mundo que ha visitado a estos entornos naturales no haga ningún consumo, por ejemplo subiéndose al teleférico, comiendo en alguno de los restaurantes. Evidentemente, aunque por la coyuntura económica en la que nos encontramos el consumo ha decaído, no es cero.
¿Qué puede ocurrir con estos recortes?
Evidentemente si se destina menor cantidad económica a los Parques Nacionales de Canarias, se comprometen las labores de prevención y restauración frente a incendios, tareas de mantenimiento, limpieza y señalización (senderos, miradores, etc.). Además de la gestión de centros de visitantes, puntos de información y aulas de la naturaleza, actividades educativas, recuperación de especies amenazadas, vigilancia y restauración de áreas degradadas, proyectos de investigación, etc.
Es importante destacar que no es obra de magia el hecho de que a un espacio natural, se le catalogue como Parque Nacional. Éste, es el mayor título que puede ostentar un espacio protegido, y se otorga en base a estrictos criterios ambientales y de gestión.
Teniendo esto en cuenta, si la reducción de presupuesto se mantiene en el tiempo, se podría terminar incumpliendo con los requisitos mínimos fijados en la Ley de Parques Nacionales, al degradarse los valores naturales por los que se les dio dicho distintivo.
Además del peligro que corren los valores naturales y culturales de dichos espacios, también está en juego la economía de las islas, ya que estas regiones son uno de los principales pilares económicos de Canarias. Esto afecta directamente a la sociedad, ya que generaría mayor tasa de paro en las islas.
En conclusión, muchas veces pensamos que el medio ambiente no genera beneficios, es posible que a lo mejor no tantos como el gobierno canario esperaba, pero el medio ambiente no es un negocio, es el espacio en el que vivimos y nos desarrollamos. Si invertimos en el cuidado y protección del medio ambiente, éste nos devolverá multiplicada la inversión realizada.
Fuentes: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Diario del Derecho y WWF España
Imagen: Ojo Digital