Si habéis tenido la suerte de conocer a una persona centenaria os habréis dado cuenta de que suelen ser ancianos/ancianas que conservan, en la medida de lo posible, buena parte de su autonomía. En parte porque para llegar a soplar 100 velas en una tarta es necesario mantenerse alejado de enfermedades, discapacidades y faltas de autonomía. Además, quizás también os hayáis percatado de que la mayoría de personas centenarias suelen ser escuálidas y delgadas. Y de la mismo forma, suelen poseer un carácter positivo, relajado y apacible.
¿Y todas estas características que presentan la mayoría de centenarios son coincidencias?, nos tememos que no. Vamos a desglosar cada característica una por una:
- Conservar la autonomía y no tener enfermedades: sin duda, es la clave para ir contando años y años. Aunque en parte esto está influenciado por nuestra genética, es primordial mantener un estilo de vida saludable. Salvaguardar íntegra nuestra salud quizás no siempre ayude a cumplir 100 años, pero lo que sí es seguro es que nos va a permitir disfrutar de nuestra vejez en mayor medida. Este aspecto es considerado fundamental, porque lo que realmente importa son los años con una buena calidad de vida, no vivir 100 años si los últimos 15 dependemos totalmente de otras personas o máquinas hasta para hacer tareas básicas como vestirnos o alimentarnos.
- Ser delgado: esto realmente es la consecuencia de lo que los científicos han comprobado que alarga la vida: llevar una dieta hipocalórica. Consumir menos energía de la necesaria ha demostrado que sirve para vivir más. En ratones se han conseguido resultados extraordinarios, sin embargo en el ser humano no está tan claro cuánto llega a influir en la longevidad la restricción calórica.
- Actitud positiva y apacible: que nos permitirá tener una gran capacidad de adaptación, una mayor resistencia frente al estrés y, quizás lo más duro, asumir pérdidas afectivas. Según Flórez Lozano, catedrático de psicología y experto en geriatría: “la clave está en mantener un equilibrio físico y mental”. Además, otros científicos como el profesor Spector han descubierto que una pequeña diferencia en el desarrollo o la actitud en la vida puede tener un enorme impacto en las vías genéticas. Esto se cree que puede tener cierto impacto en nuestra salud y en nuestra longevidad.
- Estilo de vida activo: evitar los problemas asociados al sedentarismo (obesidad, enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina, osteoporosis…) mejora la calidad y la cantidad de los años. Y es que, un anciano activo es un anciano sano.
Como conclusión podemos decir que lograr una mayor esperanza de vida es algo que se ha ido consiguiendo en la población. Contamos ahora con muchas más personas centenarias que décadas atrás y sin duda, buena parte de culpa de esto es de la ciencia, la medicina y las mejoras en el estilo de vida. Sin embargo, llegar a cumplir 100 años puede ser algo que no valga la pena, ni para la propia persona ni para sus allegados. Por ello, debemos tratar de alargar los años con buena calidad de vida. Los consejos que os planteamos en esta entrada, al igual que todos los que os proponemos en Medciencia para llevar un estilo de vida saludable, esperamos que puedan ser de ayuda para este propósito. Solo queda adherirse a ellos.
Imagen| Fitnesstrend