Como lograr el mejor tiro libre posible

Ahora que nos encontramos en mitad de unos Juegos Olímpicos, las medallas parecen haberse convertido en el One Piece: un tesoro que todos buscan y harían lo imposible por obtener. Y como nuestros chicos de la ÑBA últimamente están viéndoselo un pelín apuradillo, traigo una noticia que seguro que les interesaría. Y es que en la North Carolina State University, después de una intensa investigación, han conseguido averiguar cuál es la mejor forma de lanzar un tiro libre.

Aunque pueda parecer una broma, Chau Tran y Larry Silverberg son los dos ingenieros (mecánico y aeroespacial respectivamente) que, mediante centenares de simulaciones realizadas por ordenador, han llegado a averiguar las mejores condiciones necesarias que tendría que tener nuestro tiro si queremos asegurarnos de que entre.

Movimiento de la pelota

Para empezar, es muy importante la forma en que se lanza la pelota: si pretendemos aumentar al máximo nuestras posibilidades de encestar, hay que hacer que la pelota dé tres revoluciones completas hacia atrás. Al girar de esta forma logramos amortiguar mejor un hipotético rebote contra el tablero, asegurándonos así de que no saldrá disparada con excesiva fuerza, sino que llevará la potencia suficiente como para maximizar las probabilidades de que entre.

Apuntar

Después llega el momento de apuntar:  según los resultados obtenidos, hay que apuntar de forma que dejemos unos 5 centímetros de separación entre el sitio al que apuntamos y la parte trasera del aro. Apuntando al centro, reducimos el porcentaje de éxito en un 3%.

Además, dicen que el ángulo perfecto es de 52º centígrados con la horizontal. Pero como es un pelín complicado sacar el transportador de ángulos en mitad del partido, especifican que esto significa que, en el punto más alto de su trayectoria, el balón deberá estar a al menos cinco centímetros por debajo del límite superior del tablero

Lanzamiento

Lanzar en el momento justo es otra de las claves de un buen tiro: hay que soltar el balón tan separado del suelo como sea posible, haciendo un movimiento suave para que tenga la velocidad necesaria.

Especificaciones y aclaraciones

Para las simulaciones, Tran y Silverberg utilizaron una canasta usada en las competiciones masculinas, que es más pesada y alta que las usadas en categoría femenina. Además, asumieron que el jugador que realizaba el tiro medía 1,98 metros, y que lanzaba el balón unos 15 centímetros por encima de su cabeza. Por lo tanto, la altura desde la que se soltaba el balón eran aproximadamente 2,15 metros. Tuvieron en cuenta también que la línea de tiro libre se encuentra a cuatro metros y medio del tablero, y que el aro cuelga a tres metros del suelo.

 

En conclusión: si quieres asegurarte de no fallar ni un tiro libre, sigue estas recomendaciones. Como el propio Silverberg dice:

“Nuestras recomendaciones pueden hacer que incluso los peores lanzadores de tiros libres (sabéis quién sois, Shaquille O’Neal y Ben Wallace), rompan la barrera del 60% de aciertos. Un poco de física y mucha práctica pueden hacer a cualquiera un mejor lanzador”

Lo único que espero ahora es que los de las Selecciones de Rusia y Estados Unidos no hayan leído esto, a ver si podemos salvarnos de una masacre desde la línea de tiros libres. ¡Y así, seguro que con algo de suerte y mucho esfuerzo, nuestros ÑBA logran hacerse con el oro!

Fuente:  North Carolina State University

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