Seguro que más de una vez hemos sentido, bien a través de películas o libros, miedo ante la posibilidad de que al pasar sobre un puente éste se derrumbase. A pesar de que los puentes actuales han evolucionado y son mucho más modernos y eficientes en cuestión de materiales utilizados (puentes de tablas de madera, piedra, acero, hormigón) que los antiguos, siguen siendo susceptibles de romperse, ¿Cómo sería un método que ayudara a predecir la vida de un puente?
Al dar un golpe sobre un objeto, aunque aparentemente no veamos que ocurre nada, las moléculas que lo componen vibran (más de lo que ya lo hacen en reposo). Si golpeamos al objeto con unas frecuencias determinadas, las moléculas del mismo comenzarán a vibrar con mayor amplitud cada vez. Esto mismo ocurre en todas las estructuras. En el caso concreto de un puente, si lo golpeamos (ya sea caminando, en coche, bici, lluvia, nieve, etc.) con esas frecuencias, llamadas frecuencias propias, o unas cercanas a las mismas, el puente comenzará a vibrar con mayor amplitud cada vez hasta llegar a un punto (límite elástico), en el que el puente terminaría por romperse.
Científicos de la Universidad de Brigham Young, Utah, han desarrollado un método para medir la calidad de la estructura de un puente y poder así predecir un futuro desastre. Para este objetivo se han utilizado las ondas que producen gotas de agua al caer sobre el puente. Grabando y analizando el sonido que producen, son capaces de saber el grado de deterioro de la estructura y poder solucionarlo a tiempo.
Gracias a este novedoso método, simplemente con el sonido producido por las gotas de agua que golpean la estrucutra, es posible predecir de manera sencilla, rápida y barata la vida útil del puente evitando desastres evidentemente no deseados.
Fuente: upi