Muchas veces cuando una relación se acaba nos enfrascamos en el dolor y el resentimiento y no vemos más allá, esta es una fase normal de una ruptura pero debería dar paso a otras. Si algo se acaba es porque no funcionaba y no tenía que ser, y mejor estar solo que mal acompañado. Luego debemos reenfocar la situación como una oportunidad de aprendizaje, como una transición hacia algo mejor. Ninguna relación se acabaría si estar en la relación fuera mejor que no estarlo, entonces la ruptura se lleva a cabo para un bienestar mejor a largo plazo. Debes pensar que la ruptura es una transición hacia otra etapa en la que otras cosas buenas irán viniendo, claro está que es un proceso y al principio solo habrá dolor, pero hay que entender que este será pasajero.
¿Qué es lo que debemos aprender ante una ruptura? ¿Cómo podemos convertirlo en algo productivo?
Lo podemos resumir en una cosa, de una ruptura hay que aprender a estar solo. Es así de simple pero se descompone en varios aspectos. La mayoría preferimos no estar solos y nos sentimos tristes cuando alguien nos abandona pero lo que hay que aprender es que uno siempre se tiene a sí mismo, debemos poder estar bien con nosotros para poder estar bien con otros, cuando estamos siempre con otros, son estos los que nos acaban definiendo y acabamos por no saber quiénes somos, haciéndolo luego aún más difícil en una ruptura. Veamos qué aspectos componen el aprender a estar con uno mismo:
– Ser independiente. Al principio puede ser algo que asusta pero con el tiempo se convierte en algo liberador, poder hacer lo que uno quiere cuando quiere, sin tener que dar explicaciones a nadie. Podemos decidir que caminos tomar y estar 100% seguros de que era lo que queríamos pues la decisión fue totalmente nuestra. Es importante porque nos ayuda a tomar el control, a ser más responsables y a tomar decisiones por nosotros mismos. Aparecerán problemas por el camino pero aprenderemos a buscar las soluciones, esto nos dará seguridad y confianza en nosotros mismos y nos hará sentir mejor.
– Emprender el camino del autoconocimiento. Es el momento para descubrir lo que realmente te gusta, potenciar aficiones, iniciar cursos. Muchas veces hemos empezado cosas porque la pareja quería y nos gustaban porque estábamos con ella, pero puede que después te des cuenta de que en realidad eso no te gustaba y qué prefieres hacer otras cosas. Es un momento en el que puedes ser tu mismo, no el que los demás (o la otra persona) quieren que seas. No tienes que disculparte ni dar explicaciones por ser de una forma u otra. Es importante fomentar el autoconocimiento y buscar nuestro verdadero yo. Cuando lo encontremos nos sentiremos más realizados y más a gusto con nosotros mismos.
– ¡Descubre tu potencial! Una relación lleva esfuerzo, tiempo y dedicación. Todos aspectos que dejamos de aplicar a otras áreas. Puede que con la ruptura te encuentres por los suelos, pero es el momento de pensar que ¡desde aquí solo se puede ir hacia arriba! Ya no hay nada que vaya a frenarte. Ahora nadie va a decirte lo que eres capaz o no de hacer, depende de ti. Probablemente te des cuenta de que puedes conseguir mucho más de lo que te habías imaginado. Es el momento de buscar más, de buscar algo mejor. Porque tú te lo mereces.
– Potencia tu autoestima. Una ruptura es un fuerte golpe a la autoestima, pero esta debería depender más de nosotros que de los demás. Este es el momento de construirla en base a tus ideales, a lo bueno que tu sabes que hay en ti. Cuando empieces a trabajar los otros puntos (potencial, independencia, etc…) verás que la autoestima sube, que te sientes mejor contigo mismo, que conoces tu potencial y lo más importante: Que crees en ti mismo. Al fin y al cabo cada uno es dueño de su vida y el responsable de la felicidad es uno mismo. No podemos cargar a otros con ese peso. Si puedes sentirte bien contigo mismo solo, siempre te sentirás bien.
– Recuerda quiénes son tus amigos de verdad. Aunque es cierto que una ruptura posibilita una mejor conexión y que pasemos más tiempo con familiares y amigos lo cierto es que en este punto nos referimos a otra cosa. Si estamos intentando estar bien solos, aunque la familia siempre estará ahí, no es este el punto al que nos referimos. Nos referimos a esos personajes incondicionales que nos acompañan a lo largo de la vida: Los personajes de nuestros libros favoritos, de las series de televisión, de las películas, la música. Es un buen momento para adentrarnos de nuevo en ellas, recordar porque nos gustaban, recuperar los valores que nos inculcaban y fomentar ese tipo de cultura que los libros son capaces de traer, la imaginación. Cuando estés solo siempre les tendrás a ellos, y serán capaz de transportarte a lugares diferentes y momentos en los que estabas mejor.
– ¡Enamórate de ti mismo! Esto hará que no dudes cuando los demás lo hagan. Enamórate de tus excentricidades, de tu forma de ser, de tus momentos raros. Tu siempre estarás ahí, siempre te escucharas e intentarás buscar lo mejor para ti mismo. Recompénsate cuando hagas algo bueno, recuerda cada día las cosas positivas que forman parte de tu ser. ¡Nadie es perfecto y por eso hay que potenciar las cosas buenas! Es muy importante sentirte seguro contigo mismo, sentir que tienes la capacidad de hacerte sentir bien en momentos difíciles, de cuidar de ti mismo. Esto hará que la adversidad te afecte menos y que tengas menos miedo a lo que pueda pasar. ¡Y así ser más feliz! Y recuerda: si tú no te amas… ¿Cómo pretendes que lo hagan otros? Las personas desprendemos vibraciones, y los demás saben cuando estamos bien con nosotros mismos, esto inspira confianza y hace más probable que nos quieran conocer.
– Se consciente de que no se acaba el mundo. Volverás a amar, más y mejor, volverás a hacer nuevos amigos, formarás una familia. Y todo, en la distancia parecerá tener sentido y no ser tan malo. Hay que tener paciencia, en la vida hay momentos para todo, y este es el momento de estar bien contigo mismo. Esta situación te va a hacer más fuerte, más completo. Te volverán a hacer daño, probablemente sí, pero la vida es así y es parte del encanto. Quien algo quiere, algo le cuesta. Es una época para valorar las pequeñas cosas de la vida. Estas solo ahora… sí, pero no pasa nada, está bien así.
Todo esto puede enfocarse incluso como factores de protección, pues una vez los hayas dominado te servirán para sobrellevar mejor la próxima ruptura, te protegerán de muchos sentimientos negativos que las situaciones en que pierdes a alguien te producirán. Te harán más fuerte.
En una ruptura se pasan por diversas fases y tal vez te este costando salir de la primera y la más dura, la de la soledad, la tristeza, el dolor. Pero es que a veces uno no sale solo de estas cosas, uno debe trabajar para estar mejor, y estos consejos te ayudarán a pasar a la fase de aceptación.
Fuente: Thoughtcatalog.
Imagen: Flickr.